El campo daimieleño encara el inicio del verano “con buenas expectativas”. Una valoración que el concejal de Agricultura, Ricardo Saéz, apoyaba en las lluvias que cayeron en los primeros veinte días de marzo y que, sumadas a las más recientes, dejan el total del año hidrológico en 337 litros, según la estación del Servicio Integral de Asesoramiento al Regante (SIAR) en Daimiel.
“Después del otoño y el invierno que llevábamos pintaba todo muy mal, se estaban planteando recortes en las extracciones, pero todo cambió en esa quincena de marzo”, recordaba el concejal. Y no solo por la cantidad que se recogió, sino “por la forma en que cayó, muy repartida y justo en el momento clave”, añadía.
Nivel del Acuífero
El efecto de estas lluvias en la recarga del acuífero, advertía Sáez, se notará dentro de “unos meses” ya que el proceso de filtración “es más lento”. A finales de mayo, el pozo de captación municipal marcaba -13,60 metros, según la medición mensual que realiza AQUONA. Esta cota supone un descenso de casi dos metros (-1,80 metros) con respecto a la que se registró hace un año en ese mismo punto de los Ojos del Guadiana.
Cosechas
Así las cosas, el concejal de Agricultura espera que la cosecha del cereal sea buena. Una campaña que “viene algo retrasada por las últimas lluvias” y que se ha generalizado durante esta semana.
Ricardo Sáez también cree que será así también en el caso de la próxima vendimia, aunque “todavía es pronto” para hacer una estimación fiable. Por el momento, y a diferencia de lo que ha pasado en otros puntos de la provincia, “en Daimiel no hemos sufrido episodios de pedrisco” y tampoco se tienen noticias de efectos del oidio y del mildiu, apuntaba Sáez.
Respecto a los productos de temporada, el concejal de Agricultura comentaba que la superficie sembrada de melones y sandías es parecida a la del año pasado, mientras que la de cebollas sí ha aumentado, concluía.
