El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha presidido esta mañana la reunión del Consejo Asesor Agrario, un órgano que se ha renovado para “hacerlo más ágil” y ante cuyos representantes ha trasladado la posición rotunda ante la reforma de la PAC del Ejecutivo que preside Emiliano García-Page, quien se ha trasladado a Bruselas recientemente y que implica que desde Castilla-La Mancha se va a pelear para que “no se pierda ni un céntimo” de las ayudas de la Política Agraria Común.
Martínez Arroyo ha convocado este Consejo Agrario, un órgano en el cual se toman decisiones que trascienden a los agricultores y ganaderos de la región y en el que se analizan cuestiones de relevancia para el sector, donde están representados las tres organizaciones agrarias, ASAJA, UPA y COAG, así como Cooperativas Agroalimentarias, CECAM y los sindicatos CCOO y UGT.
Además de su renovación, se han tratado diversos temas de actual relevancia como la reforma de la Política Agraria Común, así como el anteproyecto de Ley del Estatuto de las Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha y la nueva línea de ayudas para la cooperación entre los agentes de la cadena de suministro para la creación y el desarrollo de cadenas de distribución cortas y mercados locales.
El consejero ha incidido en el viaje desarrollado esta semana a Bruselas de una delegación castellano-manchega encabezada por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, con los representantes de las organizaciones agrarias y Cooperativas Agroalimentarias, siendo la primera vez que un presidente regional lo realiza, al igual que ha sido, ha resaltado, el primer presidente de una comunidad autónoma que ha trasladado a un presidente del Gobierno de España “que se mantenga, al menos” en la futura PAC, un presupuesto “igual” al que existe en el actual periodo porque “es una cuestión de justicia”.
La economía regional, ha incidido, “depende enormemente de esto”, recordando que la industria agroalimentaria genera el 15 por ciento de la riqueza de la región, que proviene del trabajo de los agricultores y ganaderos.
Así, ha dicho, en estos momentos los fondos de la PAC suponen 900 millones de euros al año y ha incidido en que, ante la reducción que se plantea desde la Comisión Europea, “no estamos dispuestos a perder un solo céntimo, porque de ellos depende el futuro de agricultura y ganaderos y el futuro del medio rural”.
En este sentido, ha recordado que desde Castilla-La Mancha se viene trabajando durante toda la legislatura en un documento común consensuado de defensa de los intereses de los agricultores y ganaderos, en el que se apuesta por los jóvenes, por definir un techo por explotación a nivel europeo que sea obligatorio y porque los fondos que se ahorren de las grandes explotaciones se puedan utilizar para apoyar a las pequeñas y medianas explotaciones y a los jóvenes que quieran incorporarse al sector.
