El Boletín Fitosanitario de Avisos e Informaciones de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha adviertes en su último número sobre el prays del olivo.
Señala que se trata de una plaga que tiene tres generaciones anuales:
-Generación filófaga: Los adultos depositan sus huevos en las hojas y las larvas recién nacidas se mantienen en galerías interiores durante el invierno. Al avanzar el estado larvario pueden cambiar varias veces de hoja, alimentándose exteriormente de yemas y hojas, respetando siempre la epidermis superior.
-Generación antófaga: los adultos de la generación anterior depositan sus huevos e los botones florales. Por tanto, las larvas de esta generación se alimentan de los botones florales y las flores. Al final de su desarrollo tejen un capullo con los restos de las flores secas y realizan la crisálida en la misma inflorescencia.
-Generación carpófaga: Los adultos realizan la puesta en el fruto recién cuajado, al nacer las larvas penetran en el fruto por la inserción del pedúnculo lo que puede producir la primera caída de frutos por prays (caída de San Juan).
Actualmente nos encontramos en la generación antófaga, cuyos daños son muy relativos y difíciles de valorar. Dependen del nivel de población de la plaga y de la intensidad de la floración. Solo en el caso de una floración baja y una población alta de prays puede haber peligro grave de baja producción.
El momento más adecuado para controlar el prays es al inicio de la floración (20-30% de flores abiertas) debido a que es más fácil alcanzar a las larvas al estar la mayoría en el exterior.
Los tratamientos contra esta generación (antófaga) pretenden fundamentalmente disminuir las poblaciones de prays de la siguiente generación (carpófaga), que es la que provoca más daños directos.
Se aconseja en aquellas parcelas que se hayan visto daños importantes en hoja y yemas de flor con menor número de flores por brote, se realice una aplicación con alguna de las siguientes materias activas: acetamiprid(EPIK-Sipcam); bacillus thuringiensis Aizawai; bacillus thuringiensis Kurstaki; betaciflutrin (Bulldock-Adama, Buckley-Massó); caolín; cipermetrín; clorpirifos; deltametrín; dimetoato; etofenprox (SHARK-Sipcam Iberia, TREBON-Certis); fosmet (Fosdan-Sipcam Iberia, lmidam-Gowan); lambda cihalotrín; spinetoram; zeta cipermetrín (Fury-FMC).
Para que un producto fitosanitario pueda comercializarse debe estar autorizado e inscrito necesariamente en el Registro Oficial de Productos Fitosanitarios.