Las lluvias dejan hasta más de 100 litros en varias localidades de Castilla-La Mancha

Aunque han afectado a diversos cultivos, contribuirán a la recarga de acuíferos y embalses y a paliar el estrés hídrico de las plantas

Las tormentas de las últimas horas han afectado a numerosas localidades de Castilla-La Mancha. Las precipitaciones han provocado daños de diversa índole en cultivos, explotaciones y caminos, aunque también han contribuido a paliar la situación de sequía y escasas lluvias en muchos términos municipales.

Y es que en algunos municipios las lluvias han dejado hasta 100 litros por metro cuadrado, como en Sisante, en Cuenca, provincia donde también ha llovido abundantemente en Pajarón (45 litros); Puebla de El Salvador (50 litros); Minglanilla (29); La Pesquera (20); El Provencio (23) Loranca (14); Salvacañete (43); Villarejo de Fuentes (35) Graja de Iniesta (hasta 50); Belmonte (50); Palomares del Campo (14) o El Pedernoso (53), según datos publicados por ASAJA Cuenca en sus redes sociales. También llovió con fuerza en Motilla del Palancar o El Picazo, donde como medida preventiva se procedió al desembalse de la presa de Castillejos, abastecida por el río Júcar.

En Guadalajara las lluvias también han sido intensas, como en Fuentelaencina, donde cayeron unos 120 litros.

En la provincia de Albacete, destacan los más de 100 litros de Ossa de Montiel, caídos en un corto espacio de tiempo, lo que provocó una gran riada. El agua también llego a las localidades vecinas de El Bonillo y Munera. Estas precipitaciones han propiciado una espectacular crecida de las Lagunas de Ruidera.

Y en Ciudad Real, en municipios como Socuéllamos, Campo de Criptana o Pedro Muñoz las lluvias también fueron considerables.

“El agua da más de lo que quita”

Precisamente sobre la incidencia de las lluvias en la agricultura y la ganadería, el secretario general técnico de ASAJA Castilla-La Mancha, Arturo Serrano, afirmaba esta semana en el programa radiofónico ‘Entre Vinos’, de SER Ciudad Real, que “el agua da más de lo que quita”, matizando que hablaba en general, “pues al que le toca y le arrasa sus cultivos no puede compartir esto”.

Serrano insistió en que la lluvia “es, en general, más beneficiosa que perjudicial para el campo, pues recarga acuíferos y embalses, prepara la tierra para las siembras o reduce el estrés hídrico de las plantas”.

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