Advierten sobre avispilla del almendro tras la recolección de los frutos

Recomiendan controlar el almacenamiento para evitar nuevos focos de contaminación

almendro con avispilla

El Boletín Fitosanitario de Avisos e Informaciones de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha informa en su último número sobre la avispilla del almendro, un insecto himenóptero perteneciente a la familia Eurytomidae. Las avispillas salen del fruto parasitado en primavera, entre finales de marzo y principios de abril. Tras el acoplamiento las hembras realizan la puesta en las almendras. Las larvas nacidas se nutren de la almendra a medida que se van formando, pasando en el interior el verano, otoño e invierno.

Entre las medidas fitosanitarias de obligado cumplimiento se cita que por parte de los agricultores deberán extremarse las medidas de limpieza en la maquinaria de recolección, los equipos de transporte y almacenaje, evitando que queden restos de almendras que pudieran ser un foco de dispersión de la plaga.

Los almacenes receptores de almendra deberán establecer condiciones de almacenamiento y conservación adecuadas para evitar la contaminación de las partidas almacenadas, extremando la limpieza de todos los equipos implicados en el proceso productivo (tolvas de recepción, equipo de descortezado, partidora, seleccionadora, etc.) y en caso de partidas infectadas deberán proceder a su destrucción comunicando a la Dirección Provincial de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural correspondiente, los datos de procedencia de estas almendras.

Si estas medidas no se realizan correctamente pueden suponer la aparición de nuevos focos de infestación, que cobran especial importancia cuando puedan aparecer en zonas donde no existía esta plaga.

Después de la recolección los frutos afectados pueden permanecer fuertemente adheridos al árbol, en su interior se encuentra la larva que dará lugar al adulto que emerge en la primavera siguiente. Estos frutos tienen una coloración parda o grisácea que se comienza a adquirir a partir de inicios del verano hasta el otoño, con aspecto deshidratado, y que al pasar el invierno tornan a tonalidades negruzcas (momificados). Si bien estos síntomas pueden corresponderse con diferentes patologías, una vez que el adulto ha salido en primavera, se observa en el fruto momificado el orificio de salida, característica que no deja lugar a dudas de la presencia de esta plaga.

La Orden publicada el 28 de febrero de 2019 en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha establece como medida obligatoria la retirada de los frutos afectados antes de la emergencia de los adultos en la próxima campaña (marzo-abril). Estos frutos afectados deben ser destruidos mediante la quema y en ningún caso se podrán utilizar para alimento del ganado, combustible de estufas u otros usos. Esta medida reduce los niveles de la plaga en la próxima campaña y minimiza los daños.

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