Los humedales temporales manchegos son oasis de biodiversidad que se encuentran rodeados de campos agrícolas, una actividad que es fundamental como parte del motor económico de la región y que hace imprescindible compatibilizar la actividad agrícola con la conservación de los humedales.
En los campos agrícolas además se refugian y crían varias especies de aves esteparias cuyas poblaciones se encuentran amenazadas, tales son el sisón, la ganga ibérica, la avutarda o aves rapaces también esteparias como el cernícalo común. De este modo, promover una agricultura sostenible garantiza además la supervivencia de otras especies importantes de esas estepas cerealistas que rodean las lagunas manchegas.
El vivero, ubicado en el municipio de Villacañas (Toledo), está especializado en producir planta autóctona y específica con la existente en estos humedales, además se cultivan plantas aromáticas que atraen polinizadores naturales y que son útiles para crear setos en las lindes agrícolas, en especial las que limitan con las zonas de humedales. Estos setos también ayudan a proteger los cultivos del proceso de erosión por viento y de posibles agentes contaminantes de otras parcelas con malas prácticas.
Durante lo que va de año 2020 se han producido más de 12.000 plantas entre las que se cuentan especies de la zona perilagunar de los humedales como lo son el limonio, el albardín o especies de arbustos para los setos en lindes agrícolas como el romero, la lavanda, o incluso la orgaza.
“La restauración ecológica no sólo se centra en devolver el entorno natural a un determinado punto previo de óptima salud ambiental, sino que también busca que esa recuperación esté integrada a la situación socioeconómica de ese hábitat restaurado” señala Ernesto Aguirre, técnico de la Fundación Global Nature, entidad responsable de la creación y mantenimiento del vivero.
Entre las novedades, acaba de inaugurarse un invernadero que en un futuro cercano servirá no sólo para aumentar la producción de planta de zonas húmedas o de setos en lindes agrícolas, sino también para ensayar con variedades tradicionales de leguminosas que puedan ofrecer otra alternativa de cultivo a los agricultores de la zona.
Asimismo, el espacio está acondicionado para poder recibir grupos de estudiantes de escuelas, institutos, agricultores e interesados en aprender sobre la producción de plantas en viveros e incluso, productos de la huerta como tomates, berenjenas, melones, etc. También hay en previstas acciones de voluntariado como la realizada a través de convenios con Cruz Roja y el Ayuntamiento de Villacañas, que han contribuido a producir las plantas actuales.
El vivero, puesto en marcha por la Fundación Global Nature, cuenta con apoyo de Fundación Montemadrid y Bankia, además de la colaboración del Ayuntamiento de Villacañas y el proyecto LIFE Estepas de La Mancha y es la piedra angular del proyecto “Recuperación de la Flora del agrosistema manchego”, el cual permite dar continuidad a la larga trayectoria que tiene FGN en la región.