Los ecoesquemas de la próxima Política Agraria Común siguen siendo en una gran parte una incógnita, pues no está clara aún su forma de aplicación y a los sectores a los que afectará.
En ese sentido, la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha informado de que los fondos de la futura PAC vinculados a los ecoesquemas rondarán los 4.875 millones de euros para acciones como apoyo al pastoreo extensivo o la mejora de barbechos, pero sin más explicaciones sobre su reparto.
Durante su intervención en la Comisión de Despoblación y Reto Demográfico del Senado la ministra ha incidido en que otras acciones vinculadas a esos ecoesquemas serán las dedicadas al mantenimiento de la cubierta vegetal viva contra la erosión del suelo o iniciativas de valorización de la biomasa.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha indicado en varias ocasiones que “no se perderá ni un euro de esos fondos y que el dinero no gastado en los ecoesquemas se destinará íntegramente a la renta agraria”.
Los ecoesquemas se configuran como una nueva intervención, incluida en el primer pilar de la PAC (fondo FEAGA), basada en prácticas agrícolas que sean beneficiosas para el clima y el medio ambiente y que han de responder a los tres objetivos específicos medioambientales definidos relativos al cambio climático y la energía sostenible; el desarrollo sostenible y la gestión eficiente de los recursos naturales; y la protección de la biodiversidad, los servicios ecosistémicos, la conservación de los hábitats y los paisajes.