El Picotazo de Álvaro Tapia… Cornudos y Apaleados

Parece que últimamente nuestro vecino del sur se ha vuelto ciego y no ve los miles de ciudadanos de su país y adyacentes que salen de sus costas hacia Canarias. Sin embargo, sí que está teniendo buena vista para colocar muchos millones de euros de sus productos agrarios en nuestro país para beneficio de importadores, ruina de nuestros agricultores y todo ello con el beneplácito de las autoridades españolas.

Leo en un portal de noticias agrarias “España importó en 2019 un total de 3,3 millones de toneladas de frutas y hortalizas, la misma cantidad que en 2018 mientras que el valor creció un 7% y se situó en 2.939 millones de euros. Francia es el primer proveedor del mercado español en volumen, mientras que Marruecos lo es en valor, con 684 millones de euros y un crecimiento del 5% con relación al año anterior.”

Con todo el estado español, por el momento, tiene un balance exportador muy positivo en agroalimentación.

En estos días también nos hemos enterado de que el Presidente Trump –el mismo que pone aranceles a nuestros productos agrarios- así, como de pasada y saltándose las resoluciones de las Naciones Unidas, ha reconocido a Marruecos su soberanía sobre el Sahara Occidental, lo que da alas a sus pretensiones de explotar los fosfatos de la zona, el rico banco de pesca de sus costas, los abundantes recursos petrolíferos y minerales en aguas próximas a las islas Canarias.

A verlas venir

¿A que espera la diplomacia española y europea para ponerse las pilas?

Mirando al cielo y viendo volar a los aviones norteamericanos que aterrizan y despegan en Rota y Morón, se pregunta uno sí tenemos o no un verdadero aliado al otro lado del Atlántico. Antaño veníamos en estas bases el peaje de una conveniente alianza para mantener a raya las ambiciones expansionistas (tipo marcha verde) de los países del Norte de África.

Hoy Marruecos invita a Estados Unidos a cruzar el Estrecho y aposentar allí su apoyo militar y éste premia con concesiones políticas (oficialmente a cambio de retirar vetos a Israel) al vecino que nos mete el dedo en el ojo, sin avisar, y en medio de esta crisis migratoria que más parece un chantaje marroquí sobre España y la UE que otra cosa.

Y, de igual modo, hay que echar cuenta de los indiscutibles apoyos norteamericanos a los partidos conservadores británicos, para sembrar y hacer prosperar el Brexit entre la población; un Brexit, ganado por los pelos, y alentado para debilitar a la UE, que ahora se consolida y que tendrá un coste importante en reducción de nuestras exportaciones agrarias y en la llegada de turistas a nuestro país.

No olvido el agradecimiento histórico que debemos a la sangre estadounidense y británica que hoy reposa junto a la europea en el continente para liberarnos de la invasión nazi en la Segunda Guerra Mundial. Pero, un sencillo labrador venido a menos como yo, observa y se queda pasmado ante los acontecimientos de este mundo y sus extrañas coincidencias.

Mientras aumentan las importaciones agrarias de Marruecos y nos imponen limitaciones para exportar a Estados Unidos, en España seguimos importando almendra norteamericana (y cuando tenemos la posibilidad de responder, nos arrugamos) y hundiendo el precio de la nuestra; nos tragamos las limitaciones para no exportar a Rusia por el veto; le abrimos las puertas a las importaciones de cítricos de países de influencia inglesa como Australia, mientras nuestros cítricos -producidos con la restrictiva normativa europea- se nos quedan en no pocas ocasiones en los árboles.

De las inminentes consecuencias de los acuerdos agrarios con américa latina y sus nefastas repercusiones para algunos sectores productivos españoles hablaremos otro día.

Si todo eso le sumamos los hechos que describíamos la semana pasada, no es descabellado preguntarse si alguien está dispuesto en este gobierno y Europa a hacer algo real para no cargarse la agricultura y ganadería española y buena parte de la europea. Por el momento solo veo, aun con errores y aciertos, pero en la lucha, a Francia.

Es lógica la larga batalla de nuestro gobierno por crear el fondo y conseguir las ayudas europeas por la pandemia, cosa no poco importante para nuestro país, dado el nivel de endeudamiento y desempleo que tenemos.

Pero como no se preocupen en serio, de proteger, mantener e incentivar los sectores productivos como el nuestro que, además de alimentar al país, nos permite exportar y mantener un balance positivo con superávit económico en la agroalimentación, mal vamos.

Se puede seguir mejorando el sector agroalimentario español creando riqueza y empleo, pero desde luego, así no se hace.

En el caso de los agricultores y ganaderos lamentablemente y aunque sea duro y poco elegante decirlo… Cornudos y Apaleados.

Álvaro Tapia

Publicidad

Dejar una respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí