Denuncian la desesperación en el cultivo del ajo por el problema del agua

En Castilla-La Mancha

Las organizaciones agrarias y Cooperativas Agro-alimentarios Castilla-La Mancha, ante el abandono detectando por muchas explotaciones familiares y agricultores profesionales que están cesando su actividad en el cultivo del ajo, especialmente en la cuenca alta del Guadiana, piden a las autoridades medidas concretas y rapidez en la toma de decisiones para llevar a cabo los cambios de legislación necesarios y proteger un cultivo que genera al año en Castilla-La Mancha  10.500 empleos directos, en las zonas de producción, además de miles más de jornales puntuales e indirectos.

En la rueda de prensa que ha tenido lugar en la Cooperativa San Isidro Labrador de Las Pedroñeras (Cuenca) han participado el portavoz de Agua y del sector del Ajo de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, Julio Bacete; el vicepresidente de ASAJA Cuenca, Antonio Esucudero; el secretario general de UPA, Julián Morcillo, y Noelia Serrano, como miembro de COAG Castilla-La Mancha.

Las cuatro organizaciones han coincidido en denunciar la situación y en continuar caminando unidos en defensa del agricultor y de sus empresas cooperativas, que ante la disminución de la producción de ajo verán igualmente mermada su rentabilidad empresarial.

En este sentido, Bacete denunciaba que “una sanción de 50.000 euros no hay quien lo aguante, y no somos los culpables los agricultores, que solo transformamos el agua que necesita una semilla para ser transformada en alimento, con todas las exigencias y respetos medioambientales”.

Por su parte, Escudero señalaba que “si no existiera el ajo esta zona estaría totalmente despoblada. El consejero de Agricultura y la Confederación lo tienen que saber y es duro lo que está ocurriendo. Además, somos un cultivo cuyas inversiones en pozos son pagadas por nosotros, no pedimos nada a nadie”.

Julián Morcillo puso en valor el liderazgo del sector del ajo desde Castilla-La Mancha en España y en Europa “por eso es necesario que se enteren de lo que está pasando en Las Pedroñeras y su comarca, toda ella productora de este cultivo social”.

Noelia Serrano denunciaba que “no podemos pensar que por sistema se nos acuse de ser ladrones del agua. Sólo queremos sobrevivir, ni siquiera vivir. Muchas de las sanciones, han sido por no haber sido resuelto los expedientes, pues la falta de agilidad de la Confederación está haciendo mucho daño”.

Este cultivo forma parte de la cultura económica y social de Castilla-La Mancha especialmente en localidades repartidas por las comarcas de La Alcarria, La Mancha, Mancha Alta, Mancha Baja, y La Manchuela, concentrándose la mayoría de la producción entre La Mancha Baja y Centro de Albacete, siendo una gran fuente de riqueza para la región.  Pero es concretamente en la zona del Alto Guadiana donde en su mayoría agriculturas familiares con pozos con autorizaciones insuficientes (7.000 metros cúbicos), están al límite de la rentabilidad para poder llevar adelante su cultivo debido a las numerosas restricciones que padecen, denuncian.

Peticiones

El cultivo del ajo exige, por cuestiones agronómicas, fitosanitarias, ecológicas y de calidad de producto, la obligada rotación de cultivo pudiendo sembrar ajos en la misma parcela, como máximo, una vez cada 3-4 años de forma viable, por lo que debe rotar, y el pozo/ la concesión de agua no cambia de lugar. Para ello habría que impulsar las modificaciones o adaptaciones legales que fuesen oportunas en la legislación de aguas.

En otro orden de cosas, las organizaciones piden que “sería de gran ayuda que pudiese realizarse un balance de consumos de agua en varias campañas, de manera que el agua que sobre de la dotación un año, pudiese acumularse para el año próximo, y así no se exceda en cómputo total la dotación máxima concedida”.

Además, una de las prácticas que solucionarían parcialmente algunas situaciones, es que se permitiera (con resolución expresa) el agrupamiento de las autorizaciones de 7.000 m3/ha, para poder mejorar las opciones del agricultor que sea titular de más de un aprovechamiento de estas características.

Agilización en la gestión de medidas y resoluciones

También piden, además de la agilización en la gestión de medidas y resoluciones, que para el próximo Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Guadiana se arbitre una fórmula que permita al cultivo del ajo generar autorizaciones temporales del uso del agua en parcelas distintas a las que está vinculado del derecho de agua.

Detener las sanciones

Por último, han apuntado que una de las medidas más urgentes y necesarias en estos momentos es que, “mientras no se resuelvan los expedientes que actualmente están en marcha y se tome una decisión sobre las peticiones que aquí realizamos, no se sancionen a los agricultores por realizar dichas prácticas”.

Eficiencia del uso del agua en el cultivo del ajo

Según el estudio sobre la eficiencia del uso del agua en el cultivo del ajo, realizado por Cooperativas Agro-Alimentarias Castilla-La Mancha, el ajo es un cultivo distribuido mundialmente y de gran importancia en muchos países por sus propiedades culinarias y medicinales. Durante el año 2014, la superficie mundial dedicada a este cultivo fue de 1.547.381 hectáreas, con una producción de 24.939 miles de toneladas. El principal país productor de ajo fue China con 20.058.388 toneladas correspondientes al 80% de la producción mundial. Dentro de la Unión Europea, España es el principal país productor de ajo (57% de la producción europea) con una producción en 2019 de 271.353 t y una superficie de 27.348 ha dedicadas a este cultivo.

La principal zona de producción de ajo en España es Castilla La Mancha, que actualmente cuenta con unas 19.150 hectáreas cultivadas, seguida de Andalucía con 4.940 ha, Castilla y León con 1.740 ha, Madrid con 810 ha y Extremadura con aproximadamente 500 ha. Por provincias, destacan por la elevada concentración de producción de ajos, de mayor a menor, Albacete, seguida de Cuenca y Ciudad Real.

En Castilla-La Mancha, hay numerosas localidades dedicadas al cultivo del ajo, repartidas por las comarcas de La Alcarria, La Mancha, Mancha Alta, Mancha Baja, Manchuela y Centro, todas pertenecientes a las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo, concentrándose la mayoría de la producción entre La Mancha Baja y Centro de Albacete, siendo una gran fuente de riqueza para la Región y una forma de vida para muchas familias. En C-LM se encuentra la única Indicación Geográfica Protegida de ajo de España “IGP Ajo Morado de Las Pedroñeras” que abarca 227 municipios de las comarcas y provincias antes mencionadas.

Desde el punto de vista de generación de mano de obra el ajo es un cultivo muy interesante dadas sus elevadas necesidades asociadas al cultivo de una hectárea. A continuación, se muestran unos datos medios de necesidades de mano de obra según la tarea realizada:

Cada año, el corte y recolección del ajo en el campo genera alrededor de 900.000 jornales en España. En el caso de Castilla-La Mancha, para las 19.137 ha de ajo, cultivadas en 2019, la mano de obra que se generó en estas operaciones de campo fue de aproximadamente 646.830 jornales.

Actualmente, los datos más relevantes del sector del ajo en Castilla-La Mancha se pueden resumir en los siguientes:   

-La producción anual media está en torno a las 172.000 toneladas.

-El rendimiento medio es de unas 9 t/ha.

-En C-LM cada año hay de media unas 19.200 hectáreas plantadas de ajos.

-Se generan, de media, un total de 141 jornales (1130 horas) por cada hectárea de ajo cultivada.

-Genera unos 10.500 empleos directos en C-LM.

La exportación del ajo de España y de CLM cada año presenta un mayor peso en la comercialización de este producto, tanto a los países de la Unión Europea como fuera de ésta.

 

 

 

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