Los regantes anuncian que se movilizarán contra el Ministerio de Transición Ecológica, salvo un giro radical de los nuevos planes hidrológicos

Piden reforzar el agua en la agenda política e impulsar las inversiones en infraestructuras para garantizar el riego

riego

La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (FENACORE) anunció hoy que se movilizarán sólo contra el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) durante su XX Jornada: “El regadío, una respuesta a la agenda de Gobierno”, que ha sido inaugurada este miércoles por Teodoro Estrela, Director General del Agua; y clausurada por Luis Planas, Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación.

No obstante, Fenacore supedita un posible cambio de postura a un giro radical en la planificación hidrológica, que tal y como está concebida ahora mismo, aseguran, «plantea la amenaza de no tener suficiente agua para regar durante los próximos años». Pero al margen del posicionamiento de la Federación, el presidente, Andrés del Campo, aclaró que los más de 500.000 agricultores representados en Fenacore deben tener “libertad absoluta” para, en caso de considerarlo conveniente, sumarse también a las manifestaciones convocadas por las principales organizaciones agrarias.

Por desgracia, en plena crisis del campo, los regantes ven complicado que el MITERD cambie de criterio tras la ronda de reuniones que están manteniendo con la Dirección General del Agua, tras la carta remitida al presidente Pedro Sánchez para expresar el malestar del regadío con el Gobierno, «por haber priorizado el extremismo ecologista a la satisfacción de las necesidades básicas de agua». Prueba de ello es, apuntan desde Fenacore, que los nuevos planes hidrológicos serán aprobados en primavera «sin tener en cuenta la valoración experta del regadío: un sector ignorado a pesar de aglutinar al 70% de los usuarios del agua».

Discriminación en la agenda política

En paralelo, la Federación denuncia que la «discriminación» que sufre el agua en la agenda política puede suponer un golpe letal para el regadío y toda la industria agroalimentaria, en la antesala de la previsible aprobación de la nueva Ley de la Cadena Alimentaria. Por ello, lamenta que en las últimas legislaturas las competencias del agua «hayan ido dando tumbos por diferentes carteras ministeriales (Agricultura, Medio Ambiente y la actual Transición Ecológica) sin que se hayan producido avances reales a la hora de ejecutar las actuaciones necesarias para garantizar la producción de alimentos, entre otros objetivos».

La jornada también ha servido como marco para debatir en torno a amenazas que se ciernen sobre el campo español, como la falta de inversión en infraestructuras hidráulicas, que en opinión de Fenacore, son «las grandes olvidadas en la agenda del Gobierno, que sólo ha ejecutado dos de cada diez euros de los fondos previstos en los anteriores planes hidrológicos». Y ello, añaden, paradójicamente «compromete los objetivos contraídos por el MITERD con las autoridades comunitarias en relación también con la lucha contra el cambio climático o la despoblación en la España rural».

Evaluación de la PAC

En paralelo, Fenacore ha pedido evaluar los costes económicos y sociales de una política agraria que, a juicio de los regantes, puede lastrar la producción agraria, justo un día después de que el Plan Estratégico de la PAC haya salido a consulta pública. No obstante, ha agradecido a Luis Planas el esfuerzo inversor de su Ministerio para continuar avanzando con la modernización de los sistemas de riego.

Durante la jornada también se ha defendido la posibilidad de convertir los cultivos de regadío en centros de generación de energía renovable para ayudar a aliviar la presión sobre la oferta y los precios.

Según el presidente de Fenacore, Andrés del Campo, “nuestras protestas se dirigirán sólo frente al MITERD porque vemos amenazada la disponibilidad de agua para regar durante los próximos años, lo que sería catastrófico; salvo que el MITERD recapacite, cambie su criterio ante la planificación hidrológica y asigne los suficientes fondos para aquellas obras que permiten regular nuestras cuencas. Llevamos tiempo alertando de que la gestión del agua está contaminada políticamente y de que los nuevos planes sólo buscan el interés de una minoría de ecologistas radicales, no el bien común. Ha llegado la hora de devolver al agua el protagonismo que merece en la agenda del Gobierno y alejarla de la polarización y la guerra política”.

Publicidad

Dejar una respuesta

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí