Necesidad y beneficios de instalar sistemas de cubrición en las balsas de riego

La pérdida de agua por evaporación en las balsas de regulación de riego es un problema que en zonas áridas o semiáridas, como la zona suroriental española, puede llegar a ser de enorme importancia económica, social y medioambiental.

Las pérdidas de agua por evaporación en balsas que se encuentran descubiertas y expuestas a la acción de los elementos pueden llegar a una media anual de entre 1.800 y 2.000 litros por metro cuadrado embalsado. En otras palabras, por cada hectárea, o la superficie equivalente a un campo de fútbol, se pierden 20 millones de litros de agua cada año.

A las pérdidas económicas causadas por la evaporación de agua, se le suma el aspecto medioambiental. En el sureste español, los recursos hídricos para el regadío son escasos, y la desertización es superior a la media española por m3. Por ello, la instalación de cubiertas para embalses es una necesidad fundamental, y está incluida dentro de las directrices medioambientales de los programas y fondos operativos de las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH), con el fin de frenar la evaporación de los recursos hídricos.

Es evidente la importancia que tiene para la agricultura superar el desafío de lograr que el agua disponible cubra las necesidades de un número cada vez mayor de consumidores y usuarios. Además de las cifras se tiene que tener en cuenta el que ha sido históricamente el mayor riesgo para la agricultura: la escasez de agua.

Actualmente existen muchas soluciones para lo relacionado con el aprovechamiento del agua y su uso agrícola. Una de ellas podría ser la instalación de mallas de sombreo, que reducen la evaporación de agua considerablemente, pero no la eliminan por completo. Además, tampoco frenan la acción de los elementos que inciden sobre la calidad del agua almacenada, como la proliferación de algas o la salinidad.

La única técnica de cubrición que elimina por completo la evaporación de agua es la instalación de cubiertas flotantes.

¿Qué es una cubierta flotante?

Las cubiertas flotantes son el sistema de cubrición más eficiente. Reciben este nombre por descansar directamente sobre el agua almacenada, adaptándose a las oscilaciones de nivel en la balsa. Con ellas se reduce a 0 la cantidad de agua evaporada.

Además, posee otras ventajas como la mejora de la calidad del agua embalsada, ya que permite reducir la salinidad y las necesidades de filtrado en el riego localizado, así como lograr una disminución de la exposición a la luz solar, lo cual evita la formación de algas que obstruyen los filtros y cabezales de riego.

Es un sistema de cubrimiento flexible concebido para adaptarse a las variaciones del nivel de agua dentro de la balsa. Para ello, se emplea una geomembrana sintética continua que cubre toda la superficie del tanque. Esta membrana está diseñada para soportar durante muchos años cualquier tipo de carga, así como la acción de los elementos. Unida a una serie de pesos, permite obtener un cubrimiento flexible que se adapta en todo momento a los posibles niveles del agua del embalse.

No hay ninguna limitación de superficie, llegando a existir instalaciones de más de 20 hectáreas.

Las cubiertas flotantes consiguen reducir en un 100% la evaporación de agua. Esto supone un considerable ahorro tanto en agua como en costes económicos, lo cual, considerando los elevados precios que está alcanzando el agua de riego (especialmente en las zonas más áridas) justifica la viabilidad económica de la inversión en la instalación de estas cubiertas, que presentan ventajas considerables respecto a las mallas de sombreo. Tiene un retorno de la inversión asegurado tanto en reducción de pérdidas por evaporación como en desaparición de problemas de mantenimiento de la calidad del agua.

Este sistema que cubre la totalidad de la balsa debe ser instalado por profesionales con experiencia que ofrezcan garantía. La calidad y las características de la geomembrana son fundamentales en la instalación. El material empleado en la cubierta debe de ser flexible y capaz de soportar la influencia de agentes externos como rayos UV, vientos, contaminación, granizos…

En este aspecto destacan las cubiertas desarrolladas por la empresa IMCUR, avalada por 35 años de experiencia en el sector de la impermeabilización mediante la instalación de geosintéticos. IMCUR busca ofrecer la máxima calidad, tanto en los materiales empleados como en la instalación de éstos, y tienen un fuerte compromiso con el medio ambiente y la seguridad.

Beneficios de una cubierta flotante IMCUR:

  • Evita la evaporación de agua en un 100%.
  • Anula por completo la proliferación de algas.
  • Reduce la salinidad del agua almacenada.
  • Protege el contenido de los agentes externos como polvo, contaminación…
  • Reduce el envejecimiento de la lámina impermeabilizante.
  • Mantiene la temperatura del agua constante.
  • Previene la obturación de filtros por polvo o por acción de las algas.
  • Se adapta a cualquier tipo de balsa.
  • Mínima obra civil requerida.
  • Mínimo mantenimiento.
  • Reducen las olas producidas por el viento, aumentando la capacidad de almacenamiento y evitando la erosión en taludes.
  • Buena integración en el entorno medioambiental.
  • Reduce el riesgo de ahogamientos.

El cubrimiento de las balsas de regadío no sólo es una necesidad para el agricultor, sino que es la solución a un problema medioambiental y social. La escasez de agua y la desertización son dos de los graves problemas que afectan a España hoy en día. Por ello, desde las instituciones se recomienda a los agricultores cubrir los embalses de riego para reducir la evaporación e incrementar la eficiencia del agua disponible en las explotaciones agrícolas. El motivo de esta recomendación «es un paso más para aprovechar al máximo la poca agua de que disponemos». Las disposiciones más recientes, tanto las de carácter estatal (el Plan Hidrológico Nacional y el Plan Nacional de Regadíos) como las de las Comunidades Autónomas, tienen como objetivos básicos conseguir el ahorro de agua y en su caso de energía, y la utilización del agua de un modo sostenible en los regadíos. Por estos motivos, el cubrimiento de balsas de regadío para reducir la evaporación es actualmente una actuación subvencionada, según establecen los Decretos de ayudas a Comunidades de Regantes para mejora y modernización de regadíos. Se concibe la utilización de fondos destinados a ayudas para su instalación y mantenimiento.

 

 

 

 

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