Malas hierbas de los cultivos agrícolas: “La obsesión de los agricultores”

¿Cómo controlar su proliferación?

Cada zona agrícola, región e, incluso, por comarcas tienen unas propiedades específicas en cuanto a su climatología y en algunos casos tan específicas y propias que llegan a disponer de una flora muy concreta y limitada, donde estas plantas tienen una capacidad de adaptación y pervivencia que puede considerarse como autóctonas de ese espacio agrícola y que no solamente limitan el tipo de especies, sino también el conjunto de plantas cultivadas que predominan en cada tipo de suelos y de cultivos.

En Cuadernos Manchegos recogen que en estos casos, frecuentes en determinadas áreas agrícolas, el potencial de reproducción de las malas hierbas es tal que su eliminación resulta en muchos casos muy difícil de aplicar y solamente la experiencia del propio agricultor define las formas de poder realizar las operaciones necesarias para su eliminación.

Cenizo (Chenopodium Album)

Es una de las cinco plantas más características en zonas de cultivo de La Mancha, aunque no es única pues su existencia se puede encontrar con facilidad en cualquier zona de regadío, donde es especialmente abundante.

El nombre del género “Chenopodium” procede del griego y quiere decir pies de ave, por la semejanza de sus hojas y de la especie álbum por el tono harinosos de sus hojas.

Se trata de una planta herbácea anual, de hojas de la plántula característica pues son harinosas, rosadas y enteras.

Es una llanta abundantísima en todo tipo de cultivos y de localizaciones. Se encuentra tanto en secano con en regadío y suele aparecer a los primeros inicios de la primavera, siendo una de las plantas de mejor poder germinativo y tanto se comporta como ruderal, así como invasora de los cultivos, considerándose una de las malas hierbas más frecuentes de los cultivos agrícolas.

Control de malas hierbas

Los técnicos aconsejan realizar labores preventivas y de control para evitar la proliferación de estas malas hierbas, entre ellas:

-Vigilar que el agua de riego no arrastre semillas.

-Aplicar sistemas de riego por goteo.

-Evitar o vigilar el estiércol fresco, ya que este puede contener semillas.

-Realizar inspecciones preventivas de los suelos en busca de semillas o brotes indeseados.

Existen además tratamientos para su control, que pueden ser físicos, culturales, biológicos o químicos.

 

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