El 31,3% de los titulares de explotaciones agrarias son mayores de 65 años

La fragmentación del suelo aumenta de forma alarmante: el ritmo de crecimiento de las transmisiones por herencia es del 30%

campo finca rústica

Dinamizar el mercado de la tierra es una necesidad urgente: el 31,3% de los titulares de explotaciones agrarias son mayores de 65 años y el 60% tienen entre 40 y 64 años. Así se desprende del ‘I Informe Cocampo sobre la estructura del suelo rústico en España’, que Cocampo presentó recientemente.

Riesgo de fragmentación

Existe, además, un creciente riesgo de fragmentación a causa del elevado volumen de fincas rústicas que se heredan cada año, dividiendo los terrenos generación tras generación. Esto pone en riesgo la viabilidad de la economía rural: los datos revelan que la renta de los agricultores está fuertemente correlacionada con la dimensión de sus explotaciones, a medida que aumenta el tamaño de estas, la renta se incrementa.

Se trata de un problema creciente, según se advierte en el informe de Cocampo: las fincas heredadas aumentan a un ritmo del 31%. De hecho, la transmisión por herencia de fincas rústicas supera a la compraventa en 12 Comunidades Autónomas. Solo en enero de este 2022, se heredaron 14.487 fincas rústicas. Por ello, nuevas iniciativas para consolidar (reagrupar) el suelo se hacen necesarias para asegurar la sostenibilidad del campo.

Aunque las cifras del último año -158.482 fincas rústicas vendidas- demuestran el interés creciente de los inversores (un 30% más de operaciones de compraventa respecto a 2020), la movilidad de la tierra en España continúa siendo baja: anualmente la compraventa de suelo rústico en nuestro país representa únicamente el 0,25% del total

A esto hay que sumar, el riesgo real de despoblamiento en el ámbito rural que existe en nuestro país: casi la mitad (48,4%) de los municipios españoles están en riesgo, lo que equivale a la mitad (48,3%) de la superficie del país. Esto está generando ya una fractura social y desconexión entre el mundo rural y el urbano y podría llegar a generar una situación de desabastecimiento, por no hablar de la pérdida de patrimonio cultural y social.

“La economía agro surge a partir de la tierra. Es el elemento productivo clave de la economía rural y además es un bien productivo escaso. Al mismo tiempo, el mercado del suelo rural es opaco e ineficiente, lo que, entre otras cosas, dificulta el acceso de nuevos propietarios al terreno y la modernización del sector. Por ello, “el objetivo de nuestra primera fase es consolidar un marketplace de anuncios para la compraventa y el arrendamiento de fincas rústicas”, explica Regino Coca, el emprendedor que, tras 14 años de carrera financiera, ha fundado Cocampo.

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