El clima da un respiro al campo este 2024 sin grandes sustos… por ahora

soleado

Lucía Ruiz Simón (EFEAGRO). Borrascas con nombre propio como Gloria o la histórica Filomena, las heladas en 2022 en los frutales, sequías pertinaces en 2023… el campo ha vivido unos arranques de año muy difíciles por los fenómenos atmosféricos de los que, por ahora, este 2024 se está salvando.

Con las copiosas lluvias de la Semana Santa en todo el país, la zona sur respiró aliviada después de encadenar meses muy secos y, esta misma semana, las precipitaciones han hecho su aparición en la zona aun más afectada por la falta de agua: Cataluña.

Así, las hectáreas siniestradas y las indemnizaciones previstas por la entidad de Seguros Agrarios Combinados Agroseguro son algo más bajas en el primer trimestre de 2024 en comparación con el mismo periodo de 2023, aunque superan las 80.000.

¿Qué dicen los datos?

En el primer trimestre del año la previsión de indemnizaciones por seguros agrarios ha ascendido a casi 80 millones de euros, que es un 25 % menos que en el mismo periodo del año anterior.

La partida más importante sigue siendo la de las líneas agrícolas (40,08 millones), con los frutales encabezando la clasificación por cuantía (10,90 millones), muy cerca de los 9,8 millones de los herbáceos.

Le siguen las indemnizaciones por retirada y destrucción de animales (24,52 millones) y, por último, la de accidentes y enfermedades de las reses y de la línea acuícuola (15,31 millones).

En el primer trimestre de 2024 se han contabilizado 395.839 siniestros, una cifra que supone una reducción del 1,8 % en términos comparables.

Por ahora, hay 86.927 hectáreas de terreno que se han visto afectadas por algunos de los aspectos que cubre el seguro agrario.

La opinión de los expertos

El director del área de Prestaciones (siniestros) de Agroseguro, José Carlos Sánchez, califica a Efeagro la situación de «sorpresiva», especialmente después de los cinco años anteriores.

Dentro de que siempre «ocurren cosas», se han vivido de una forma «más moderada» e incluso se «puede decir que es un año donde volvemos un poco a una cierta normalidad en el punto de vista climático».

Haciendo un rápido repaso, recuerda que en 2023 a estas alturas ya había una sequía extrema en toda España, en 2022 hubo una «helada terrible» que afectó a otro valle del Ebro y sus frutales; en 2021 fue Filomena, una borrasca que en sí misma «no fue el problema, sino las bajas temperaturas que vinieron después por la masa de aire frío que afectó a toda la zona de Andalucía Mediterráneo.

Lo más significativo del primer trimestre de 2024

En enero, las incidencias meteorológicas afectaron a cultivos de cítricos en la Región de Murcia, Cataluña y Comunidad Valenciana y a varias hortalizas cultivadas en invierno, como alcachofa, brócoli y lechuga en Murcia, Extremadura y Andalucía.

Febrero fue un mes «más cálido y húmedo» de lo habitual, tanto en la península como en las islas Canarias y que terminó con dos borrascas; sin embargo fue el viento, que sopló con fuerza en el litoral mediterráneo el causante de daños en cítricos de la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia, de por sí afectadas por las borrascas del mes anterior.

También llegó a los frutos rojos de Andalucía occidental y al plátano en Canarias.

Y el tercer mes del año, España vivió varias borrascas, destacando, en la primera decena del mes, «Mónica», y en la última «Nelson», que barrieron la península de oeste a este, descargando gran cantidad de agua y nieve en cotas altas, en «ocasiones acompañadas de pedrisco, generalmente de pequeño tamaño y muy localizado», según el informe de Agroseguro.

Después de este arranque, en abril ha habido un episodio de heladas más significativo: una helada que ya ha dañado 46.671 hectáreas de viñedo dañadas en diferentes provincias productoras; desde Agroseguro alertan de que ya se ha producido también algo de pedrisco.

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