La empresa química BASF, situada en la localidad de Marchamalo (Guadalajara), ha vivido este martes un simulacro a gran escala que se ha llevado a cabo en el interior de sus instalaciones y que ha servido para evaluar el nivel de preparación ante situaciones adversas. Un ejercicio realizado por requisito legal, que ha consistido en un accidente de categoría 2, por el que se ha activado el Plan de Emergencias Exterior (PEE), que ha permitido hacer una exhaustiva evaluación del mismo, poniendo en práctica a todos los dispositivos, tanto internos como externos, que puedan intervenir en un supuesto real.
El simulacro, que se ha llevado a cabo de manera coordinada entre la empresa y la Dirección General de Protección Ciudadana, dependiente de la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas, se ha basado en la actuación ante un incendio dentro de la factoría de resinas. Al inicio del mismo, se ha activado la brigada de extinción y el servicio médico propios de BASF, así como el comité de crisis de la empresa. También se ha dado aviso inmediato al Servicio de Emergencias 1-1-2.
El ejercicio, en el que han participado un total de 80 efectivos y 25 vehículos de emergencia de distintos grupos de activación, ha incluido la simulada atención sanitaria de heridos de diversa gravedad, además de la evacuación general de todo el personal que se encontraba en el centro de trabajo.
