La vicepresidenta Teresa Ribera afirma que “no se puede seguir con una gestión del agua del siglo XX”

Señala que “no puede ser que el agua de menor coste sea el de los pozos”

embalse

«No puede ser que el agua de menor coste sea el de los pozos, que el de superficie tenga un coste medio razonable y que las aportaciones de agua adicionales tengan un coste mucho mayor que el agua convencional», ha señalado Teresa Ribera, quien juzga que «en el sistema actual, los incentivos son perversos».

En una entrevista con EFE, la vicepresidenta tercera y ministra para Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha alegado que no se puede seguir «con una gestión del agua del siglo XX», sino que se necesita «una del siglo XXI» preparada para la «inteligencia» que exige preservar este recurso amenazado por el cambio climático.

«Tenemos que proteger de manera integral todo el recurso del que dispongamos de forma que las señales de precio sean congruentes y que no cuenten con esa disparidad tan grande», ha sentenciado Ribera, quien en plena ola de calor ha reconocido también la importancia de la relación entre agua y energía, que se necesitan mutuamente en su producción.

La ministra ha destacado la relevancia de que haya agua disponible para producir energía “no solo hidráulica sino también nuclear”, donde se necesita para refrigerar los reactores: “En muchas ocasiones se ha tenido que paralizar la actividad de centrales nucleares porque no había agua suficiente para asegurar su refrigeración”, ha recalcado.

Sin embargo, sucede que el momento de mayor falta de agua (en verano) coincide con picos de estrés térmico como son las olas de calor, que disparan el consumo eléctrico para mantener los espacios frescos, ha recordado Ribera.

Planes hidrológicos

En otoño, Transición Ecológica espera tener aprobados los planes hidrológicos que «son congruentes» con los escenarios climáticos futuros que prevén estrés hídrico tanto por defecto (sequía) como por exceso (inundaciones), ambos fenómenos exacerbados por la crisis climática.

«Por primera vez los planes no hablan de disponibilidad promedio de agua sino que hablan de exceso y defecto para garantizar la disponibilidad en ambos escenarios”, ha asegurado la ministra.

Con todo, se observa «una disponibilidad tendente a la baja”, ha precisado, y plantea recurrir a aportaciones de agua adicionales como la desalada y la reutilizada, así como a una “mejor gestión de las infraestructuras de las cuencas hidrográficas, de manera que de donde se produce el agua desalada pueda llevarse a otro espacio dentro de la misma demarcación”.

Al mismo tiempo, Ribera ha incidido en la necesidad de «modernizar la gestión del agua», haciendo un uso “mucho más inteligente”, potenciando la digitalización que permite conocer «mejor y en tiempo real el agua disponible combinado con escenarios meteorológicos”, y la planificación en usuarios finales especialmente sensibles ante la escasez, como son las comunidades de regantes. EFEAGRO

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