Da las claves de la caída de precios generalizadas de los cereales

El técnico de APAG, Vicente Marqueta

cosechadora cereal

El técnico de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) de Guadalajara, Vicente Marqueta, ha realizado su análisis periódico de mercado de los cereales recogiendo la tendencia a la baja de trigo, cebada, maíz y colza.

Marqueta señala que “volvemos a la casilla de salida”. El incremento en los precios que provocó el conflicto entre Rusia y Ucrania se esfumó el jueves pasado tras el informe USDA (del departamento de Agricultura de EE.UU) y el vencimiento de contratos a fecha 30 de junio.

Al parecer, el mercado cree que los suministros están garantizados en un escenario de recesión y destrucción de demanda. La subida de tipos de interés para frenar la inflación y un dólar cada día más fuerte le dicen al inversor que venda y provocan una caída impresionante en todas las materias primas. Sale una oferta descomunal al mercado de cosecha vieja retenida y el mercado tira para abajo a la espera de nuevos acontecimientos.

El problema no sólo está en las materias primas agrícolas. La inflación también se debe explicar bajo la subida de los precios del gas, el petróleo y la energía en su conjunto. La volatilidad es enorme. El trigo puede costar más o menos, estar más o menos disponible, pero la energía necesaria para transformar ese trigo en pan o pienso (por poner un ejemplo) es lo que incrementa el precio al consumidor final.

Producir ese trigo con subidas del 50% en fertilizantes y gasoil puede traer serios problemas. El productor juega con gran desventaja si se abarata lo que produce, pero se encarece aquello con lo que necesita producir. Y el mal ya está hecho.

Mercado nacional de cereales

En el mercado nacional “nos encontramos con que mientras el grano siga bajando, el comprador se retira a la espera de más bajadas ante la presión de oferta de campaña y el temor del vendedor a que sigan bajando los precios”.

“Como siempre decimos, cuando baja nadie compra y cuando sube nadie vende. Poco a poco, el fabricante se va cubriendo a la espera del maíz de agosto, con ofertas agresivas desde Francia y Brasil. Un maíz cuesta hoy 380€, pero a partir de agosto 320€ para quien lo quiera comprar, siguen siendo precios históricamente altos, pero absolutamente insuficientes para la rentabilidad del agricultor si influyen a la baja en el precio de la cebada en un año donde los rendimientos se sitúan por debajo de la media”.

El año es muy largo y las cosechadoras siguen faenando en el campo, finaliza Marqueta.

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