La factura eléctrica de la agroindustria puede aumentar entre un 62 % y un 151 %

Las agroindustrias con el precio indexado según mercado y que tengan que firmar nuevos contratos o se les haya actualizado el precio asumirán en 2022 unos incrementos en la factura eléctrica de entre un 62 % y un 151 % con respecto al año pasado, según un estudio universitario difundido este lunes.

La variación dentro de ese abanico dependerá de la estacionalidad y las características de la demanda de esas industrias, detalla el informe, realizado por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y que analiza la influencia del nuevo contexto energético en la agroalimentación.

Esta industria -que en España es la primera rama manufacturera, con un 23,3 % y fue responsable del mayor consumo energético industrial en 2019, con más de 2.000 millones de euros-, se enfrenta a un nuevo contexto energético debido al cambio tarifario de junio de 2021 y al incremento del precio de la energía en los mercados mayoristas.

Los investigadores artífices del estudio concluyen que el nuevo sistema tarifario afecta desigualmente al sector agroalimentario.

«Las industrias estacionales con picos de consumo en temporada baja sufrirán un menor impacto, debido a la reducción del término de potencia», afirma Fernando Ruiz, investigador de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas de la UPM y uno de los autores del trabajo.

El artículo analiza y propone medidas de adaptación al nuevo contexto energético, en función de la estacionalidad y características particulares de la demanda.

«La rápida implementación de medidas de adaptación puede ser clave para mantener la competitividad y viabilidad del sector a corto y medio plazo», agrega Ruiz.

Sin embargo, el experto que la gran atomización del sector agroindustrial -el 96,1 % de las más de 30.500 empresas tiene menos de 50 empleados y un 79 % menos de 10– dificulta el trabajo de adaptación y la implementación de medidas de control de la factura y mejora de la eficiencia energética.

Entre las medidas propuestas, figura la discriminación horaria constante a lo largo del año, que debería facilitar a las industrias la planificación de las actividades de mayor consumo, trasvasándolas a periodos de menor coste siempre que sea posible.

«El ahorro potencial podría alcanzar el 20 %» si se toma esa medida, afirma el profesor de la UPM.

Además, la adaptación de las potencias contratadas al nuevo sistema tarifario también puede generar un ahorro, indica el informe.

Un año después del cambio tarifario, la mayoría de agroindustrias analizadas por los investigadores siguen sin haber modificado la potencia contratada ni cambiado sus patrones de consumo para adaptarlos al nuevo sistema de discriminación horaria con diferentes temporadas.

El documento también resalta que la implantación de energías renovables u otros sistemas de generación eléctrica podrían ser la solución en muchas industrias, especialmente en las de reducida estacionalidad. EFEAGRO

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