El cultivo de pistacho en España tiene un gran potencial de crecimiento y puede alcanzar en un futuro las 240.000 hectáreas si se quiere cubrir el previsible repunte de la demanda europea de este fruto seco, según el fundador del Grupo Iberopistacho, Juan Gallego.
En una entrevista con Efeagro, el también máximo accionista del grupo y responsable de la Dirección Comercial de Iberopistacho, ha confirmado que en las próximas semanas comenzará a operar la nueva planta procesadora que han construido en Argamasilla de Alba (Ciudad Real), en la que han invertido cinco millones de euros.
Además de con recursos propios, para su puesta en marcha la firma ha contado con el apoyo del fondo Agro Smart del Banco Santander y con los socios productores que tienen una participación minoritaria.
«Cuando esté a pleno pulmón, dentro de cuatro o cinco años, se convertirá en la planta de procesado de pistacho más grande de Europa tanto por maquinaria como por volumen», ya que su capacidad puede alcanzar los seis millones de kilos en verde, ha señalado.
Iberopistacho nació en 2015 de la mano de Gallego tras un viaje en el que le «dio vueltas a qué se podría hacer como innovación agraria que fuera revolucionario», y hasta la fecha ha registrado incrementos anuales del 20 % y «de forma orgánica y sólida» en su facturación.
Ahora, el grupo que aglutina tres sociedades: Iberopistacho, la firma original, dedicada a la compra de la planta vegetal; Gestión Integral del Pistacho, especializada en servicios de consultoría, proyectos llave en mano y mantenimiento de cultivos, y Organic Pistachio, centrada en la gestión de la cosecha, procesado y venta del producto final.
La próxima campaña, la procesadora, que solo trabajará con «producto nacional» y que en un futuro pondrá «el foco en el pistacho orgánico», «arrancará vendiendo a granel», aunque con el objetivo puesto a medio plazo en el desarrollo de una marca comercial propia.
Un cultivo que seguirá estando de moda
En España, según sus cálculos, hay en estos momentos entre 55.000 y 56.000 hectáreas de pistacho, pero solo un 30 % está en producción, ya que es un leñoso que en los últimos años se ha desarrollado enormemente, sobre todo en Castilla-La Mancha, donde ya hay 46.000 hectáreas plantadas.
Y es que, a su juicio, «el consumo de pistacho ahora en España y en la Unión Europea no va a ser el mismo que dentro de diez años» y este fruto seco «tiene mucho que decir» cuando las tendencias en los hábitos de consumo pasan por sustituir la proteína animal por vegetal.
«El pistacho es uno de los frutos secos con más proteína vegetal y aceites esenciales», ha subrayado antes de apuntar que el nivel de su consumo en la Unión Europea (UE) es mucho menor que en Estados Unidos -no más de 25 gramos per cápita frente a los 130 gramos del mercado americano- y muy alejado del de Irán o Turquía (600 gramos).
«Estimamos que en un periodo de 20 o 30 años, en la UE debe de haber en torno a 300.000 hectáreas de pistacho, de las cuales en España debe de esta el 80 % (240.000 hectáreas)», ha sentenciado.
Para Gallego, la ventaja de los cultivos leñosos y más, si son ecológicos, «a diferencia de los herbáceos, que sin ayudas de la PAC no serían rentables», es que «anclan la población en el medio rural» y además son sostenibles y mantienen el equilibrio con la naturaleza.
Iberopistacho, desde que comenzó su andadura en 2015, ha captado ya 18.000 hectáreas de pistacho en España y Portugal -de ellas son propietarios de una finca con 60 hectáreas-; entre 2022 y a lo sumo, 2025 quiere ampliar esta cifra con otras 16.000 hectáreas para así poder aumentar la capacidad de procesado de su nueva planta. Angélica Quintana. EFEAGRO.