Se generaliza la vendimia en el mayor viñedo del mundo

Con la recogida de las variedades Airén y Cencibel o Tempranillo

vendimia

El mes de septiembre en Castilla-La Mancha es sinónimo de vendimia, una de las actividades económicas más importantes de la región que, aunque se inició a mediados de agosto con la recolección mecanizada de las variedades tempranas, no se generaliza hasta este mes.

Este septiembre arranca con la recogida de las variedades Airén y Cencibel o Tempranillo, que son las predominantes en el paisaje vitícola de la comunidad autónoma.

Castilla-La Mancha cuenta con más de 700.000 hectáreas dedicadas al cultivo de la viña, lo que representa un 8 por ciento de la superficie vitícola mundial y alrededor del 50 por ciento de la superficie vitícola en España.

Las altas temperaturas registradas en los últimos meses y la escasez de precipitaciones condicionan la presente campaña vitivinícola en la que se prevé una cosecha de 19,5 millones de hectolitros de vino y mosto, un 13 por ciento menos respecto a la del año anterior, según las estimaciones iniciales de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha.

Por su parte, el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, considera que “va a ser la vendimia más corta de los últimos 20 años”, con una estimación de en torno a los veinte millones de hectólitros de vino y mosto, lo que supone “una reducción importante respecto al año pasado del 15 por ciento y, respecto a hace dos años, del 33 por ciento”.

En la vendimia pasada Castilla-La Mancha obtuvo una cosecha de 22,1 millones de hectolitros de vino y mosto, según el Ministerio de Agricultura, y unos 22,68 millones de hectolitros según datos del Sistema de Información de Mercados del Sector Vitivinícola (Infovi).

Existencias de vino en las bodegas

A fecha de 31 de julio de 2022, las existencias de vino en las bodegas de la región ascenderían a alrededor de 10 millones de hectolitros, aparte de 1,20 millones de hectolitros de mosto en la región, casi 2 millones de hectolitros menos de vino y mosto respecto a las existencias del año anterior.

La sequía y las extremas temperaturas que se están registrando este verano han afectado gravemente a la superficie de secano y podrían aumentar más el descenso previsto inicialmente, ya que hay parcelas donde se estima una disminución del 40 por ciento de la cosecha, especialmente en la provincia de Ciudad Real.

Esta circunstancia y los elevados costes de producción, a juicio de las organizaciones agrarias, son motivos más que suficientes para que los precios de la uva sean superiores a los del año pasado o, en cualquier caso, cubrir los costes de producción como contempla la Ley de la Cadena Alimentaria.

Y es que, aunque el consejero de Agricultura considera que ésta debe ser una vendimia rentable para todos los sectores, productores e industriales, Asaja considera que el más perjudicado y el eslabón más débil de la cadena sigue siendo el agricultor.

La organización agraria ha pedido también una mayor determinación a la hora de hablar de cualquier control en el sector, desde evitar que entre en el circuito de la comercialización de vino elaborado con subproductos o alcoholes de origen no vínico hasta vigilar los movimientos de las producciones entre las diferentes comunidades autónomas.

Asimismo, ha hecho un llamamiento a la Consejería de Agricultura para que se incrementen los efectivos y medios en esta campaña con el fin de asegurar los controles y velar por el cumplimiento de la normativa, además de pedir lo propio a la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) y a la Guardia Civil para se cumpla la trazabilidad. Elisa Laderas. EFEAGRO

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