Tras muchas semanas sin apenas lluvias en España los coletazos del huracán Danielle están dejando precipitaciones por muchas zonas del país.
Agricultores y ganaderos coinciden en que ante la actual sequía estas lluvias son “una bendición, aunque tendría que caer mucho más para paliar la situación”.
Balance por cultivos
Por cultivos, el secretario general técnico de ASAJA Castilla-La Mancha, Arturo Serrano Lárez, indica que para la viña es enormemente beneficiosa, aparte de que paralice temporalmente la vendimia, pues las plantas están muy necesitadas de agua.
Señala que aún puede hacer crecer algo de tamaño los granos, recuperando parte de producción y destaca que además son reservas para la próxima campaña.
En la parte negativa, apunta que la humedad siempre puede conllevar enfermedades del tipo podredumbre.
En cuanto al olivar, Serrano afirma que esta lluvia es “una maravilla”, pues aunque llega tarde puede salvar algo la corta cosecha de aceituna prevista, aumentando el tamaño del fruto. Además, puede hacer que la oliva aguante en el árbol hasta su recolección.
Su incidencia en almendro y pistacho es similar, al estar prácticamente recolectados ambos frutos de cáscara, aunque por la humedad pueden darse casos de hongos. En algunas zonas puede retrasar el fin de la recolección hasta que el fruto tenga el grado adecuado de humedad.
Y para los cereales indica que estas precipitaciones son “muy positivas”, en general, para la tierra y pueden propiciar una mejor siembra.
El representante de ASAJA afirma que después de tantos meses muy secos y calurosos estas lluvias son “gloria bendita” aunque deberían sucederse a lo largo de los próximos meses para paliar la situación de todos los cultivos.
Por último, recuerda la necesidad imperiosa de que las precipitaciones comiencen a recuperar los niveles de embalses y pantanos y a recargar las aguas subterráneas.
