La producción mundial de vino bajará este año alrededor del 1 %, lo que podría parecer poco dadas las sequías y las olas de calor que han afectado a los principales países, según las previsiones de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), que señala que se espera una buena calidad.
La OIV estima que la producción mundial rondará los 259,9 millones de hectolitros, una cifra que está ligeramente por debajo de la media de los últimos 20 años.
En la Unión Europea (UE) como conjunto, se calcula que aumentará un 2 % hasta 159,6 millones de hectolitros pese a las olas de calor y a la sequía que afectó a los países del sur, pero que se van a ver compensadas por los del norte del continente, así como sobre todo por Francia.
Después de un 2021 catastrófico, en especial por las heladas, Francia tendrá un crecimiento del 17 % hasta 44,2 millones de hectolitros y se consolidará como el «número dos» mundial solo por detrás de Italia, que se mantendrá prácticamente estable con 50,3 millones.
Tanto como Francia como Italia se han visto afectados por los episodios de calor extremo en primavera y verano, así como por sequías en algunas de sus grandes regiones vinícolas, pero las lluvias al final del verano han conseguido atenuar esos efectos.
La sequía ha afectado al sur de Europa
Esas lluvias no llegaron a tiempo a otros países del sur de Europa, que reducirán significativamente su producción, empezando por España, el tercer gran productor mundial, que se quedará en 33 millones de hectolitros, un 6 % menos que en 2021 y un 12 % por debajo de la media de los cinco últimos años.
Mayor todavía será en términos relativos el descalabro en Portugal (-8 % si se compara con 2021, con 6,7 millones) y en Grecia (-29 %, con 1,7 millones).
En Estados Unidos, cuarto país en importancia por la producción, el volumen de vino caerá un 4 % respecto a 2021 hasta 23,1 millones de hectolitros, que supondrán un 6 % menos que la media de los últimos cinco años.
Esa reducción se debe al daño causado por las heladas, a la sequía en verano y a la consecuente escasez de agua en ciertas regiones vinícolas.
En Sudamérica, los dos grandes países vinícolas experimentarán fuertes descensos. En Chile, la caída del 7 %, sin embargo, hay que relativizarla porque 2021 había sido un año excepcional y porque con 12,4 millones de hectolitros sigue estando un 7 % por encima de la media de los cinco últimos años.
Diferente es la posición de Argentina, porque el descenso del 9 % que se anticipa para este año da un volumen de 11,4 millones, netamente inferior a los 12,5 millones de la media de los cinco años precedentes.
Tirón de Brasil, bajón de Australia
En Brasil, la OIV prevé un tirón de la producción del 44 % hasta un nivel excepcional de 3,8 millones.
También en el hemisferio sur, lo más relevante es el bajón del 18 % de Australia hasta 12,1 millones debido a una primavera fría y a fuertes lluvias en verano. Menos acusado es el descenso del 4 % de Sudáfrica a 10,8 millones.
La OIV no pudo ofrecer cifras de Rusia porque Moscú no contestó al cuestionario que envía la organización para elaborar sus estadísticas, y fue el único Estado miembro que no lo hizo. Tampoco dio explicaciones de esa negativa.
El informe de este año tampoco contiene datos de China, aunque sus autores presumen que la producción de vino del gigante asiático va a seguir disminuyendo como lo viene haciendo desde 2016. EFEAGRO