La Comisión Europea (CE) ha presentado una propuesta de Reglamento para establecer un primer marco voluntario para certificar de forma fiable la captura y almacenamiento de carbono (CO₂) de alta calidad en la Unión Europea.
El objetivo es mejorar significativamente la capacidad de la UE para cuantificar, controlar y verificar las capturas de carbono.
Desde Europa, apunta que en la agricultura y la silvicultura las prácticas de agricultura de captura de carbono pueden mejorar de forma sostenible el almacenamiento de carbono en los suelos y los bosques o reducir la liberación de carbono de los suelos, y crear un nuevo modelo de negocio para agricultores y silvicultores. Los productos y materiales duraderos, como los productos de construcción a base de madera, también pueden mantener el límite de carbono durante varias décadas o más.
Para la CE, esta propuesta es esencial para el objetivo europeo de convertirse en el primer continente climáticamente neutro del mundo en el año 2050.
Para garantizar la calidad y la comparabilidad de las capturas de carbono, el reglamento propuesto establece cuatro criterios de calidad (QU.A.L.ITY) de las actividades de eliminación de carbono:
–Cuantificación: que puedan medirse con precisión y generar beneficios inequívocos para el clima.
–Adicionalidad: que puedan ir más allá de las prácticas existentes y de lo que exige la ley.
–Sostenibilidad: que puedan contribuir a los objetivos de sostenibilidad.
–Almacenamiento a largo plazo: que los certificados estén vinculados a la duración del almacenamiento de carbono para garantizar el almacenamiento permanente.
La CE ha destacado el importante papel que la agricultura y la silvicultura tienen en la captura del carbono de la atmósfera. La Comisión propone que estas prácticas se vean recompensadas a través de la PAC, además de por un mayor precio de compra por parte de la industria agroalimentaria.
Prácticas agrarias certificadas
En su propuesta de reglamento incluye las siguientes prácticas agrarias para ser certificadas como agricultura de carbono:
-Rehumidificación de las turberas.
-Forestación y reforestación que respeten los principios ecológicos favorables a la biodiversidad.
-Agrosilvicultura y otras formas de agricultura mixta que combinen vegetación leñosa (árboles o arbustos) con sistemas de producción agrícola y/o animal en la misma tierra.
-Uso de cultivos intermedios, cultivos de cobertura, laboreo de conservación y aumento de las características del paisaje.
-Conversión selectiva de tierras de cultivo en barbecho o pastos permanentes.
El Parlamento Europeo y el Consejo examinarán ahora la propuesta de la Comisión, con arreglo al procedimiento legislativo ordinario. Sobre la base de los criterios QU.A.L.ITY, la Comisión desarrollará metodologías de certificación adaptadas para los diferentes tipos de actividades de eliminación de CO₂, con el apoyo de un grupo de expertos. La primera reunión del grupo de expertos está prevista para el primer trimestre de 2023.
COPA-COGECA
Tras conocer esta propuesta, el COPA-COGECA valora que todavía es “difícil” obtener una imagen precisa del marco ya que la propuesta sobre la mesa “carece de claridad”.
Además, lamenta la definición tan restrictiva de las prácticas de cultivo de carbono que excluye todas las actividades de mitigación de su ámbito de aplicación.
Rechaza además la definición dada a la agricultura de carbono, ya que la propuesta sólo considera una fracción muy limitada de las prácticas agrícolas en términos de reducción de emisiones.
Solo las «absorciones netas de gases de efecto invernadero» son elegibles para la certificación, mientras que las prácticas de mitigación que los agricultores y las cooperativas podrían implementar no están incluidas en el texto, lamentan.
Prácticas, como la adición de aditivos para piensos; el desarrollo de edificios de bajas emisiones o el uso de fertilizantes de precisión, tienen un impacto real en la limitación de emisiones. “Es difícil entender por qué estas prácticas, que tienen un costo real para los agricultores, no podrían ser consideradas en el alcance final de la certificación, señalan desde las Cooperativas Europeas.
Por ello, piden al Parlamento Europeo y al Consejo que aborden esta cuestión en los próximos meses para simplificar los esquemas e introducir más pragmatismo que anime a los agricultores a participar masivamente.