Cómo los acolchados pueden ayudar en el rendimiento de sus cultivos

La agricultura actual prácticamente no se entiende sin el acolchado plástico, fundamental para aumentar la calidad de los cultivos y aumentar las producciones

Ya los primeros agricultores empleaban estos acolchados, elaborados con materiales naturales y vegetales (paja, otros residuos de cultivos, hojas secas, estiércol…) destinados a proteger sus cultivos y el suelo de los agentes atmosféricos.

En la actualidad, el uso de estos acolchados buscan igualmente:

-Mantener la humedad del suelo, disminuyendo la evaporación.

-Mejorar las condiciones térmicas del sistema radicular de la planta.

-Reducir el lavado de elementos fertilizantes del suelo tan necesarios para el desarrollo vegetativo de las plantas, ayudando así a una mejor utilización de los abonos.

-Impedir el crecimiento de malas hierbas.

-Proteger a los frutos del contacto con el suelo, aumentando su calidad.

Además de la protección general de los cultivos y la búsqueda de la máxima productividad y rendimientos. El uso de estos acolchados está consiguiendo todo esto en cultivos tan importantes en España como los de frutas y hortalizas, entre otros.

Lógicamente, el paso de los años y las nuevas técnicas han ido evolucionando estos acolchados agrarios, llegando a los acolchados biodegradables, surgidos como respuesta por la preocupación por el impacto sobre el medio ambiente y del coste económico y las dificultades de retirar plásticos de las explotaciones.

Por ello, los acolchados elaborados con materiales biodegradables pueden permanecer en las parcelas tras su uso o incluso enterrarse ya que los propios microorganismos del suelo los irán eliminando.

Además, el uso de este material es obligatorio para los productores acogidos a la Agricultura Ecológica.

Estos acolchados biodegradables cuentan con las mismas características que los tradicionales, reduciendo igualmente el aporte de agua, productos fitosanitarios y abonos y mejorando la calidad y el estado sanitario de los frutos y plantas.

Otras de las ventajas generales del uso de acolchados en la agricultura es el control de malezas; la reducción de enfermedades causadas por hongos y bacterias; la estimulación de la maduración del producto; la protección ante el ataque de insectos y ante heladas o la limpieza de frutas y hortalizas.

En una época de gran preocupación por la salud de los suelos agrícolas y forestales, el uso de acolchados protege el terreno de la erosión por lluvias y vientos, manteniendo la estructura del suelo. Por ello, su uso está aconsejado dentro de los métodos de tratamiento del suelo para la agricultura.

Y es que un correcto tratamiento de los suelos por parte de los agricultores conlleva beneficios como el aumento de la productividad; la infiltración de agua y la mejora de su almacenamiento, ya que la tierra funciona como un filtro natural.

A esto hay que sumar que la optimización en la aplicación de productos fitosanitarios y abonos contribuyen a mantener la calidad de los suelos, así como a su desinfección.

Sobre cuando aplicar este acolchado en los cultivos, lo normal es realizarlo a finales de primavera, para conservar la humedad acumulada tras las lluvias, o en otoño, antes de la llegada de las heladas. Aunque esta fecha dependerá siempre del tipo de cultivo y su desarrollo fenológico.

Imagen: Pixabay

 

 

 

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