El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, presidía esta semana la constitución del Comité Regional Vitivinícola, un órgano de carácter consultivo que nace tras la aprobación de la Ley de la Viña y el Vino, con el objetivo de velar por el cumplimiento de esta norma y el buen desarrollo del sector.
En el mismo está representado todo el sector, desde la Administración a las Organizaciones Profesionales Agrarias y las asociaciones productoras.
En su primera reunión, el Comité ha decidido crear la Interprofesional del Vino de Castilla-La Mancha, una figura “que se va encargar de organizar el sector, para que la actividad sea rentable para todos”, señalaba el consejero.
Entre sus funciones destacan el seguimiento y análisis de la situación del sector vitivinícola; el asesoramiento y coordinación de actuaciones para su fomento; y el refuerzo de la competitividad, mediante la colaboración de todas las partes intervinientes en el proceso productivo.