La campaña de cítricos española será de las más bajas de los últimos diez años

Con menor producción, precios elevados y retracción del consumo en los hogares

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas ha defendido la necesidad de potenciar la actividad de las dos interprofesionales que operan en el sector citrícola -Intercitrus y Ailimpo- con el objetivo de impulsar la promoción de unos productos de excelente calidad como son las naranjas, mandarinas, limones y pomelos de origen español en los mercados internacionales.

Así lo ha expresado en una reunión con los responsables de la organización Comité de Gestión de Cítricos (CGC). Durante el encuentro, el equipo técnico del ministro ha expuesto los últimos datos sobre la campaña citrícola, las actuaciones acometidas del plan de medidas adoptado en 2019 para el sector y su situación fitosanitaria, con un estudio detallado de las plagas que sufre y de las que son una amenaza.

El sector en cifras

La citricultura es uno de los principales sectores agrícolas en España, con unas 300.000 hectáreas cultivadas, que sitúan al país como el sexto productor y el primer exportador de cítricos frescos a nivel mundial.

Esta campaña, debido a las adversas condiciones climáticas, será una de las más bajas de las 10 últimas temporadas, ya que las previsiones actuales apuntan a que se va a cerrar con un volumen total cercano a los 5,8 millones de toneladas, un 17,7 % menos que en 2021-22. En general, las producciones de otros países del hemisferio norte también retroceden, a excepción de las de Grecia, Egipto e Israel.

Menor producción y precios elevados

La menor producción ha provocado que las cotizaciones que ha percibido el citricultor español sean, en muchos casos, las más altas de los últimos 10 años. Como ejemplo, los precios en origen de las clementinas tuvieron un buen arranque de campaña -por encima incluso del de la campaña anterior, que ya fue bueno- y, en el caso de las naranjas y mandarinas, los precios actuales duplican a los de hace un año.

Esta situación se produce en un contexto de retracción del consumo de cítricos en los hogares españoles tras el incremento que se produjo durante la pandemia, y del recorte de la exportación, que entre septiembre de 2022 -fecha de comienzo de la presente campaña- hasta enero pasado ha bajado un 10,2 %, hasta los 1,7 millones de toneladas, aunque su valor sí creció, en concreto, un 4,3 %, hasta los 1.878 millones de euros.

Las importaciones de cítricos procedentes de terceros países a la Unión Europea también han bajado. Entre septiembre y diciembre de 2022 las entradas fueron de 653.000 toneladas, un 6,6 % inferiores a las del último cuatrimestre de 2021.

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