El vicepresidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, en una entrevista en «A pie de campo», de Radio Castilla-La Mancha, ha avanzado que se está negociando la articulación del nuevo consorcio de gestión del Alto Guadiana que avanzó el pasado mes de septiembre el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán.
Según recoge Radio Castilla-La Mancha, Guijarro ha avanzado a pregunta del periodista Jorge Jaramillo que “se están viendo los distintos pasos administrativos que hay que dar, ya que la realidad administrativa no es la misma de cuando se puso en marcha el anterior consorcio del Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG), ha explicado Martínez Guijarro, aunque ha confiado en que antes de final de año haya una respuesta positiva y se comiencen a articular los mecanismos de respuesta».
Mecanismos
Estos mecanismos «van a ser muy parecidos» a los que hubo en el anterior proceso de regularización, ha indicado Martínez Guijarro, que ha dicho que «se trata de dar tranquilidad a los agricultores, lo conseguimos en aquella época con los cultivos leñosos y ahora se trata de recuperar la tranquilidad para las explotaciones prioritarias, para las explotaciones familiares».
Se trata de «uno de los problemas estructurales más serios en la agricultura de la región», por lo que «hay que darle una respuesta definitiva al problema sin ningún tipo de demagogia», ha opinado el vicepresidente de Castilla-La Mancha, que ha agregado: «El agua que hay es la que hay, pero creemos que hay una solución para dar tranquilidad y dar papeles a la gente para que pueda dedicarse sin ninguna preocupación a lo que se dedica, que es a cultivar».
Martínez Guijarro ha asegurado que las conversaciones «van en buena línea» y ha comentado que el Gobierno regional ya tiene el análisis jurídico que ha hecho el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) sobre los pasos a seguir para constituir el consorcio, aunque ha puntualizado que son muy distintos a los que hubo que dar en su momento, por las restricciones normativas que hay en España para la creación de nuevos organismos oficiales.
Saben que en 5 a 10 años agotarán todo el agua de los acuíferos y entonces vendrán los llantos, pero no habrá ni en pozos legales, ilegales, alegales y tampoco para beber, y la que quede estará envenenada con arsenio o nitratos. La agricultura comercial esquilma recursos y envenena el territorio para dar trabajo a cada vez menos gente.
El agua del Guadiana a su paso por la Mancha no tienen compuertas, si aquí no se saca del acuífero sigue su curso, y la sacan en Extremadura o Portugal o se irá al mar, si dejarán de sacar los agricultores, se mantendría algo, pero no subirían los niveles, los niveles suben cuándo llueve, hay que tener un equilibrio, pero no le echemos la culpa a los agricultores
en el Alto Guadiana, si…
… en Doñana, no…
serán cosas de la «alta política», … o de la «vara de medir»?