EFEAGRO. El sector del aceite de oliva está sufriendo «una de las peores crisis» de las últimas décadas, que afecta a los agricultores por las inclemencias climáticas y a los consumidores por el aumento de precio, según los analistas de la consultora Expense Reduction Analysts (ERA).
La consultora ha destacado el alcance de la crisis del sector olivarero, en un informe difundido este martes sobre los riesgos de esta producción.
ERA se ha remitido a cálculos de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), según los cuales se cosechará entre un 50% y un 60% menos de aceituna, y ha recalcado que la falta de lluvias y el aumento de las temperaturas «han jugado un papel clave en la bajada de la producción».
«Una menor oferta de cultivos básicos conduce a un aumento de los precios en el mercado y, a su vez, del coste de producción. Esto afecta no solo a los consumidores finales, sino también a las industrias alimentarias que dependen de estos ingredientes básicos para la elaboración de una variedad de productos», según ERA.
Para paliar esta coyuntura, la consultora ha recomendado al sector «una diversificación de proveedores y optimización de la cadena de suministro».
Diversificación de cultivos
«Los agricultores y productores deben considerar la diversificación de cultivos, lo que ayuda a reducir el riesgo de interrupciones graves en caso de problemas en caso de, por ejemplo, climas extremos», según su estudio.
También ha recomendado el fomento de políticas que favorezcan un uso «sostenible» de los recursos naturales: «Los agricultores deben adoptar prácticas que reduzcan la erosión del suelo practicando la rotación de cultivos y que promuevan la conservación del agua implementando sistemas de riego más eficientes».
Según ERA es conveniente también reducir «la necesidad de pesticidas químicos» y minimizar el agotamiento de los nutrientes de la tierra, así como reforzar la inversión en tecnologías avanzadas.
«Para llegar a capear cualquier tipo de problema se debe contar con la implementación de sistemas de monitoreo y control automatizado en la producción y el transporte de alimentos. Estas medidas pueden contribuir a la reducción de desperdicios y garantizar la calidad de los productos», de acuerdo con ERA.
Por otra parte, ha señalado que «para mantener una cadena de suministro sostenible en el tiempo, es fundamental mantener una colaboración sólida entre los actores involucrados: agricultores, procesadores, distribuidores y minoristas.
«La comunicación fluida y la coordinación son esenciales para garantizar que los alimentos lleguen a los consumidores de manera oportuna, según el informe.