El consejero delegado del grupo Deoleo, Ignacio Silva, ha mirado a junio de 2024 como fecha para que el precio que paga el consumidor por el aceite de oliva pueda empezar a relajarse y prevé que la campaña actual mejore hasta alcanzar las 800.000 toneladas en España, tras las últimas lluvias.
El también presidente de la Federación de la Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) ha apuntado que no estima más subidas de precios en esta categoría, que vive la “la situación de crisis más difícil de su historia”.
Normalización de la cosecha 2024-2025
No obstante, ha precisado que si cumplen las previsiones de una primavera lluviosa esto llevaría a una normalización de la cosecha 2024-2025, para la que espera una producción de 1.000 millones de kilos para volver a una situación de normalidad, una realidad que llevaría a la esperada relajación de los precios.
En este punto, ha vuelto a incidir en el papel de la cadena para contener el precio, pues mientras el valor de la tonelada se ha triplicado desde 2019, el precio al consumidor no se ha multiplicado por tres.
Efecto ‘muñeca’
Silva ha cifrado en un 20 % la detracción del consumo de aceite de oliva, si bien no se ha apreciado el mismo trasvase a otros aceites de semillas o más baratos porque “hay mucho apego al producto”, con la cual el descenso se debe al efecto ‘muñeca’, esto es, se reduce el vuelco de la botella en sus usos, consumiendo menos cantidad en cada uso.
Prevé subidas en el precio del aceite de marca blanca a partir de enero y en el mercado de aceituna de mesa, pues habrá productores que ante la actual situación del mercado opten por dedicar su producción a aceite en lugar de a verdeo.