Belén Delgado. Madrid, 26 nov (EFEAGRO).- Tras llegar a cotizar a máximos históricos por la escasez de producto, el aceite de oliva se presenta como un regalo más para estas navidades, una opción «premium» con la que los productores quieren dar un toque especial a las cestas que se preparan.
Este domingo se celebra el Día Mundial del Olivo, una ocasión que están aprovechando distintos fabricantes y distribuidores para poner en valor una selección de aceites de oliva, al igual que hacen los pequeños productores y las denominaciones de origen con sus propios productos.
En la localidad de La Bisbal del Penedès (Tarragona), la pareja Ester Andreu y Jordi Pascual gestionan la empresa Torclum, dedicada a la elaboración de aceite de oliva virgen extra ecológico de la variedad arbequina.
Andreu señala a Efeagro que este año, por culpa de la sequía, solo han obtenido un 20 % de producción, por lo que confían en remontar el vuelo con campañas como la navideña.
«Vendemos lotes con productos entre los que destaca el aceite de oliva. También hacemos derivados como mermelada de aceite, olivas, pastas de aceituna, perlas y caviar de aceite, además de gamas de aceites aromatizados«, explica.
Andreu asegura que estos paquetes tienen «buena acogida» porque «cada vez más la gente apuesta por comprar producto alimentario y de proximidad, una buena razón para promocionar y dar a conocer a los pequeños productores».
De los olivos de la explotación familiar en tierras de secano de Lleida sale el aceite de la marca Anècdota, que Carla Gili comercializa como un artículo «gourmet» en tiendas y por internet, con la intención también de convertirlo en la «excusa» para atraer turistas a su zona.
Gili detalla que se ha unido a varias compañeras para elaborar jabones naturales sin residuos y diseñar botellas de aceite de oliva personalizadas, con frases que «hagan reír» con ese tipo de regalos.
Poner en valor
La campaña de Navidad ha puesto a trabajar a multitud de cooperativas oleícolas que desean ofrecer un producto cuyo precio se ha disparado a raíz de la baja producción, como consecuencia de la sequía.
En la denominación de origen protegida Les Garrigues (Lleida), han comenzado hace escasas semanas a producir el aceite de la nueva campaña y «los teléfonos no paran de sonar», ya que existe «una especie de psicosis como si fuera a faltar aceite o a estar más caro, algo muy lejos de la realidad», sostiene su presidente, Enric Dalmau.
«El aceite no va a faltar porque habrá de sobra para el consumo interior y los precios se van a moderar en cuanto la gente tenga aceite nuevo, aunque no sean los precios de antes», apunta.
Dalmau llama a los consumidores a valorar el aceite de oliva más allá de su precio actual, pues es «saludable y parte fundamental de la dieta mediterránea».
Por unos 15 euros se puede adquirir en España una botella de aceite D’Villalta, producido en las provincias de Granada y Jaén.
Como indica su gerente, Francisco Rodríguez, disponen de tres tipos de aceite de la variedad picual con los que juegan con la maduración de la aceituna, desde el más temprano hasta el más maduro.
Ante las próximas fiestas, ofrecen un lote con los tres aceites, que tiene «bastante salida» puesto que «se regala mucho tanto como regalo de empresa como para la cesta de Navidad».
«El producto sigue siendo barato para la calidad que tiene y lo poco que se consume», afirma Rodríguez, que admite que, al ser «premium», «se valora más y su mercado no se está viendo tan afectado» como el de otros aceites.
El responsable observa igualmente «un poco de nerviosismo en el mercado», por el miedo a no encontrar con tanta facilidad el producto, lo que ha llevado al aumento de las reservas de los clientes.
Placer con inflación
En términos generales, según los estudios que realiza la Asociación de Fabricantes y Distribuidores Aecoc, la inflación está afectando a los productos «premium», hasta el punto de que seis de cada diez prevé comprar menos artículos «premium/gourmet» debido al aumento de precios.
Sin embargo, el 24,5 % no abandona la categoría y quiere comprar más productos de este nivel cuando se suavice la inflación.
El gerente de comercio ministorista de Aecoc, Pablo de la Rica, resalta que, a pesar de la preocupación por el precio, «no hay un único consumidor» e incluso la misma persona que ahorra en su día a día busca opciones de consumo «premium» para sus «momentos de placer».
Un tipo de consumo ocasional que resulta «muy importante» de cara a las próximas semanas, con ocasión de las fiestas navideñas con encuentros con familia y amigos.
