Un registro para la sociedad. Alfredo Delgado. Decano de Registradores de Castilla-La Mancha

Alfredo Delgado

El Registro de la Propiedad, Mercantil y de Bienes Muebles, es un servicio público esencial, dependiente del Ministerio de Justicia y a cargo de funcionarios públicos, profesionales del derecho, los registradores, que siempre hemos pretendido estar a la vanguardia de la modernización de las administraciones públicas.

Fuimos unos adelantados a nuestro tiempo en 1999, al iniciar la publicidad online por internet, o al tener firma electrónica reconocida y hoy pretendemos serlo con un registro electrónico que, manteniendo los principios fundamentales, la esencia y la solidez jurídica de la institución que han hecho del registro español uno de los mejores del mundo, preste un nuevo servicio público en beneficio de los ciudadanos y de las propias administraciones públicas.

Se trata por tanto de un proyecto transformador, que mantendrá a España en la vanguardia de la seguridad jurídica y el control de legalidad, un auténtico proyecto país, marca España.

Con el registro electrónico, se conseguirá el objetivo de sostenibilidad de papel Cero, la completa digitalización de las actuaciones registrales de modo que los efectos de la fe pública registral se trasladen de los libros físicos a los archivos firmados digitalmente con la Firma Electrónica cualificada del Registrador y todo ello con el nivel de seguridad que exige el Esquema Nacional de Seguridad certificado por el Centro Criptográfico Nacional.

Ahora bien, no podemos olvidar que el objeto último de la Institución Registral, como servicio público está en ser útil a la sociedad, a los ciudadanos y a las administraciones públicas y si bien es cierto que los ciudadanos ya están acostumbrados a dirigirse a los registros por medios electrónicos, para pedir una nota simple o presentar determinados documentos, lo importante de la reforma, más allá de cuestiones técnicas, son aquellas ventajas, aquellos beneficios que los ciudadanos podrán apreciar en su relación con el registro electrónico y que se concretan en una pequeña carta de derechos digitales que se reconoce a los ciudadanos frente al servicio público registral y que se concreta en los siguiente.

Podrán tener una relación electrónica integral con los registros, de modo que cualquier persona podrá presentar electrónicamente cualquier clase de título en el registro, incluido documentos notariales al estar estos dotados de un código seguro de verificación.

No necesitaran aportar al registro aquellos documentos a los que pueda acceder el registrador. Si es precisa una certificación de Registro Civil y este es accesible electrónicamente, podrá el registrador obtenerlo sin necesidad de suspender la inscripción. Lo mismo ocurrirá con datos que consten en el registro mercantil o en el registro público concursal.

Podrán obtener certificación electrónica de los documentos que formen parte de un procedimiento registral en el que el ciudadano este interesado.

Podrán confiar en que todos los documentos que presenten ante el registro serán digitalizados y firmados con el sello electrónico del registro para garantizar su autenticidad, con total garantía de seguridad y confidencialidad de sus datos personales.

La nueva ley crea además una nueva sede electrónica de los registradores en la que cualquier usuario podrá solicitar cita mediante video conferencia con el registrador lo que supondrá un ahorro de costes en tiempo y traslados.

La nueva sede electrónica dispondrá también de unas carpetas registrales, en las que a modo de carpetas ciudadana en la que el ciudadano recibirá todas las notificaciones, comunicaciones, expedientes, en definitiva, documentación derivada de su relación con el registro.

Tendrá también a su disposición una carpeta denominada, “que hay de lo mío” en la que podrá consultar en tiempo real la situación de su expediente, su presentación, calificación, retirados, o despacho de sus documentos.

No obstante, toda esta transformación digital, será complementaria de la asistencia personal y presencial que seguirá prestándose en los 60 registros de Castilla la Mancha.

No me gustaría terminar sin agradecer el esfuerzo, personal y económico de todas las registradoras y registradores de Castilla la Mancha y de los 652 excelentes profesionales empleados de los Registros de nuestra CCAA que han dedicado su tiempo y su esfuerzo en adaptarse a la nueva situación.

En síntesis, una Institución Registral abierta a los ciudadanos también en el proceso de digitalización. Así los registros, que ya son un modelo de eficacia, serán aún más eficientes. La sociedad, ciudadanos y administraciones públicas, ganan.

Alfredo Delgado. Decano de Registradores de Castilla-La Mancha

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