Veintisiete productores y elaboradores castellanomanchegos se han ido sumando, desde hace 2 años que nació el proyecto a ‘!La Colmena Que Dice Si!’ , una iniciativa de venta directa en España que les permite establecer sus propios precios y crear un perfil autogestionado. Una idea de consumo local que aglutina a 300 productores de toda España
Si bien en el 2012 habían abandonado el trabajo un 16% de los agricultores y un 28% de los que quedaban estaban en paro, la tendencia actual está cambiando y nuevos perfiles de agricultores apuestan por innovadoras formas de venta directa. Se trata, dicen los impulsores de la iniciativa, de la vuelta de los jóvenes al mundo rural, tanto urbanitas que reorientan su profesión hacia el campo (neorurales), como hijos de agricultores que deciden explotar la unidad productiva de sus padres.
Estos nuevos agricultores buscan contactar con la naturaleza, participan de la vida social de los pueblos y son conscientes de que la clave es el contacto directo con los consumidores de la ciudad. Otra particularidad importante es que aprovechan las ventajas que les ofrecen las nuevas tecnologías. Estos ingredientes, aseguran los promotores, están presentes en la plataforma web de ¡La Colmena Que Dice Sí!.
‘¡La Colmena Que Dice Sí!’ es una iniciativa de consumo local que facilita la venta directa de alimentos de calidad entre productores y consumidores, a través de comunidades llamadas Colmenas. Las interacciones sociales se crean primero online, en la plataforma web, y se refuerzan en la vida real en el momento del encuentro presencial una vez por semana durante los mercados efímeros o día de la distribución.
La iniciativa tiene, entre otras ventajas, que los productores fijan libremente el precio de sus productos; entregan solamente lo que han vendido en la web (cero pérdidas) y se crean alternativas de consumo local en los barrios. Tanto los pedidos como las facturas de venta se generan automáticamente en la web y los productores reciben el dinero de sus ventas en un plazo inferior a 5 días.
