Inaugurado el torreón de Larios, que albergará el Servicio Técnico Municipal

En Manzanares (Ciudad Real)

Vestigio del pasado y de la próspera industria alcoholera de finales del XIX y de principios del siglo XX, el torreón de la antigua bodega Larios vuelve a lucir con esplendor. Ya ha culminado la rehabilitación llevada a cabo por el Ayuntamiento de Manzanares (Ciudad Real) en estas instalaciones, inauguradas este viernes por el alcalde, Julián Nieva que albergarán las oficinas del Servicio Técnico Municipal.

La rehabilitación del torreón de Larios, según un proyecto del Servicio Técnico diseñado por Mario de la Fuente, ha supuesto una inversión municipal que ronda los 300.000 euros. En su interior se han construido cinco plantas que albergarán las oficinas del propio Servicio Técnico Municipal y de la concejalía de Urbanismo, Patrimonio, Servicios, Embellecimiento de la Ciudad, Medio Ambiente, Proximidad y Agricultura.

Bodega “del Águila’

Junto a las aledañas chimeneas, el recuperado torreón de destilación de Larios es una muestra arquitectónica del pasado vinculado a la industria alcoholera. La historia de la “bodega del Águila”, así conocida por el escudo de la marca, se remonta al último cuarto del siglo XIX. La empresa Jiménez y Lamothe tenía instalaciones en Málaga y en Manzanares. Las manchegas eran las más grandes. Aquí se elaboraron inicialmente vinos y, posteriormente, aguardientes y destilados. En estas tierras buscaron viñedos que les permitieran producir aguardientes como los de la zona francesa de Cognac. Y para ello utilizaron calderas y alambiques procedentes de esa región gala. La bodega manzanareña producía 9 millones de litros de vino frente a los 3 millones de la bodega malagueña. Entre ambas alcanzaron un millón de litros de destilados y aguardiente.

Larios y Cía. adquirió en 1916 la empresa a Jiménez y Lamothe, y mantuvo como imagen el emblemático águila. En 1933 pasó a ser Larios, S.A., hasta que en 1998 fue adquirida por Pernod Ricard, con raíces históricas similares, dedicada primero a vinos y posteriormente a destilados y bebidas espirituosas.

Ante el descenso de producción, en la década de los 60 del pasado siglo, Larios cerró sus instalaciones en el casco urbano de Manzanares y mantuvo las de Málaga. Años después, en los 80, ante el incremento de ventas de ginebra, la empresa volvió a mirar hacia Manzanares por su abundancia de agua subterránea y construyó un nuevo centro de producción en la dehesa de Madara, donde produjo sus primeros destilados y embotellados en 1984. Éste es actualmente el centro de referencia de Pernod Ricard.

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