San Isidro Labrador, nuestro patrón. José María Fresneda. Secretario General ASAJA CLM

Fresneda

El 15 de mayo, numerosos municipios castellano-manchegos celebran, junto a los madrileños, San Isidro Labrador, un santo muy ligado a la agricultura y ganadería. Pero, ¿Por qué el 15 de mayo y por qué nuestro patrón? Antes de nada, un pequeño resumen de quién era este humilde hombre que un día se convirtió en santo.

San Isidro, fue un madrileño nacido en el siglo XI, casado y con un hijo, jornalero y labrador. Se le conoce por zahorí, pocero y hacedor de lluvias y se le atribuyen más de 400 milagros, aunque el “Códice de San Isidro” o también llamado “Códice de Juan Diácono”, solo hace referencia a cinco de ellos.

Uno de los más conocidos es el de los ángeles, popularmente narrado como que los ángeles araban el campo mientras que San Isidro rezaba (aunque según las actas de la canonización, Iván de Vargas, “el jefe”, vio como dos ángeles ayudaban a Isidro a arar más rápido tras haberse detenido a rezar en todas las iglesias que encontraba de camino al trabajo).

Y otro, el del pozo, que cuenta que, gracias a la oración de San Isidro, las aguas de un pozo subieron para poder rescatar a su hijo (conocido posteriormente como San Illán) que había caído en él.

Así pues, entre otras cuestiones, la santidad le llega por dones como el de la capacidad para encontrar manantiales de agua y acabar con épocas de sequía. Entonces, en 1960, el Papa Juan XXIII lo declara mediante Bula como Santo Patrón de los agricultores españoles. Además, no nos olvidemos, también es patrón de los ingenieros técnicos agrícolas y de los ingenieros agrónomos.

Su festividad se celebra el 15 de mayo de cada año porque, según dicen las fuentes, es el día en el que su cuerpo incorrupto se trasladó a la iglesia de San Andrés en Madrid. No obstante, con anterioridad a su santificación, desde el siglo XII, los madrileños le rendían culto que fue creciendo enérgicamente en siglos posteriores.

De hecho, antiguamente era frecuente sacar al santo, no solo en su festividad, sino también en épocas de sequía para pedir que las lluvias aparecieran.

Ahora, muchas localidades castellano-manchegas, cada 15 de mayo, recuerdan al Santo en numerosas actividades, desde misas y procesiones, hasta concursos, verbenas, pregones, romerías, actuaciones musicales, competiciones deportivas o concentraciones de tractores.

Y este año, con la sequía generalizada de los últimos años, los agricultores y ganaderos vuelven a pedirle que traiga más lluvias y buen tiempo, aunque para ello tenga que llevar la contraria a la mismísima Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Aunque las previsiones a largo plazo no son muy precisas, los expertos cuentan con modelos que nos permiten conocer si la temperatura y las precipitaciones estarán por encima o por debajo de lo habitual a tres meses vista.

Así, en la predicción estacional de la Aemet para ‘marzo-abril-mayo’, la Agencia avanzó que en todo el territorio nacional habrá una temperatura más cálida de lo normal, con un 45% de probabilidad.

En cuanto a las precipitaciones, hay diferentes escenarios para el sureste peninsular y Baleares y, por otro lado, el resto de la Península. Mientras en el primero hay una probabilidad del 40% de que la primavera sea seca, en el segundo, las previsiones apuntan a una primavera normal. Pero, en general, no se esperan lluvias importantes, sino más bien, una primavera seca.

Y, con las vistas en junio, la Aemet también ha avanzado que se espera un escenario de temperaturas con mayor probabilidad de valores superiores a las normales y precipitaciones con inferiores a normales.

Esto preocupa, y mucho, a los agricultores, sobre todo teniendo en cuenta que venimos del invierno más seco desde 1995, y el segundo más seco del siglo XXI.

Así pues, esperamos que San Isidro escuche nuestras réplicas y desoiga lo que ha dicho la propia Aemet. Y que no se olvide el santo de mandar buenas cosechas, y ayude con el buen tiempo para que, el trabajo de los agricultores por tener cosechas de calidad y con seguridad alimentaria, tenga su fruto.

Y, puestos a pedir, que el esfuerzo de los agricultores para obtener esas buenas cosechas, sea recompensado con buenos precios en el mercado porque, por ahora, las leyes humanas no acaban de dar el resultado esperado.

José María Fresneda.

Secretario General ASAJA Castilla-La Mancha

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