La sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Jumilla ha acogido una reunión entre los alcaldes de las siete localidades pertenecientes a esta DO, que se han reunido para afianzar relaciones en el seno de una propuesta creciente de colaboración y unión de esfuerzos para el bien común y el desarrollo de esta Denominación de Origen.
Así, los pueblos de Montealegre del Castillo, Tobarra, Ontur, Fuente-Álamo, Albatana y Hellín, en la provincia de Albacete, se unen a Jumilla, uno de los municipios más extensos de España y situado en la Región de Murcia, para formar la Denominación de Origen Jumilla, que es conocida por sus vinos de Monastrell, y las mezclas de uva de la Monastrell con Syrah, Petit Verdot, Cabernet Sauvignon, o Tempranillo.
Con la peculiaridad de que esta Denominación de Origen responde directamente ante el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno de España, por pertenecer a dos Comunidades Autónomas distintas, la de Castilla-La Mancha y la de Murcia, los alcaldes ven la unión de la Comarca Natural de la D.O.P. Jumilla, como una posibilidad de colaboración interadministrativa, y unir una línea coherente de protección del territorio y de los viticultores que trabajan en el mismo.
El presidente del CRDOP Jumilla, Silvano García, ha expresado la buena disposición de los alcaldes para colaborar, y el interés que desde el Consejo Regulador se tiene para sacar adelante los diversos proyectos en los que se trabaja desde el pleno, y desde los que los ayuntamientos protagonistas pueden ayudar en gran medida. La protección del territorio, los cultivos antiguos, la identidad de Jumilla, de su paisaje y sus gentes, entre otros.
Todos los ayuntamientos se han comprometido a adherirse a la ruta del vino Jumilla y de esta forma dinamizar el turismo de la zona, que conjuga el turismo de interior y el enoturismo, dando protagonismo a la actividad de bodegas y establecimientos adheridos. Con un buen posicionamiento se pretende que los rendimientos puedan llegar a la gente que trabaja la tierra y fija la población, contribuyendo al desarrollo rural de la zona que es pionera en cultivo ecológico.