Prevé una buena campaña del ajo en producción y precios

La Mesa Nacional del Ajo, pero con la sombra del Brexit

ajos

Una delegación de La Mesa Nacional del Ajo, encabezada por su vicepresidente, Miguel del Pino, se ha desplazado a Piacenza (Italia) para analizar la situación actual del sector ajero. Al encuentro han asistido las delegaciones francesa, italiana y española, además del agregado agrícola de España en la embajada de España en Roma, Antonio Flores.

Respecto a la situación de la cosecha, se ha constatado que tanto en España, como en Italia y Francia, a pesar de que aún no ha finalizado la siembra, se espera una campaña similar a la anterior.

Además, en cuanto a la situación internacional del mercado del ajo, su precio sigue siendo estable y parece que va a continuar así, posiblemente con un ligero repunte al alza. En este sentido, los ajos que operan con más fuerza en el mundo son los de Europa, China, Argentina y algo Perú. En China el precio es considerablemente superior al del año pasado, y en Argentina se está pidiendo 29 dólares la caja de 10 kilos, por tanto, la situación de mercado a nivel mundial se considera estable y positiva.

Brexit

Uno de los puntos más importantes que se ha tratado en la reunión ha sido cómo influirá el Brexit, en caso de producirse. Actualmente España envía más de 14 millones de kilos al año a Inglaterra. Si el Brexit llega a ser una realidad, China podrá vender su ajo en Inglaterra, sin ninguna cortapisa, sin aranceles ni cupos, por lo que la situación de España estaría en clara desventaja, el mercado se perdería.

Ajo congelado

Finalmente, se trató el tema del ajo fresco. Se da la circunstancia de que este ajo tiene un cupo de entrada sujeto a un arancel de 9,6% ad valorem más 1,20 euros/kilo. Sin embargo, el ajo congelado tiene otra situación arancelaria menos gravosa (14,4% ad valorem) y puede entrar a Europa sin limitaciones de cantidad. Desde el sector se ha detectado que hay productores que introducen ajo a una temperatura de -2 ó -3 ºC, pasando así por ajo congelado, cuando la realidad es que esta temperatura es a la que se transporta el ajo fresco.

Esta situación, de competencia desleal, está provocando pérdidas a las arcas europeas de unos 22 millones de euros al año. Desde el sector se demanda que el ajo que entre bajo la condición de “congelado” lo haga a una temperatura de -18 º C en adelante, para así evitar posibles fraudes y prácticas desleales.

 

 

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