Activarán plan para detectar y clausurar pozos de riego ilegales

En el Alto Guadiana

Tablas de Daimiel

www.eldiario.es ha publicado una información, firmada por Raúl Rejón, en la que indica que ante la situación del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, con una pocas hectáreas encharcadas, la Confederación Hidrográfica del Guadiana va a activar un plan especial para detectar y clausurar pozos de riego ilegales.

El Plan especial de control y uso del agua en la zona de influencia del Parque Nacional de Tablas de Daimiel, elaborado por la CHG, va a durar 36 meses y costar tres millones de euros, según la información de eldiario.es.

Se trata de inspeccionar las extracciones que soportan las tres masas de agua subterránea sobre las que se han perforado multitud de sondeos para riegos. La campaña pretende intensificar el control de pozos en áreas concéntricas según se acercan a los límites del parque nacional.

Los técnicos de la Confederación han elaborado un estudio previo para redactar el próximo plan hidrológico –hecho público el 24 de enero pasado– en el que recogen que “el origen principal de este problema se debe al sector agrícola y su magnitud está relacionada con la expansión de los cultivos de regadío llevada a cabo desde los años 70 del pasado siglo”. Añaden que “en la cuenca Alta del Guadiana los derechos de uso del agua para regadío superan ampliamente los recursos disponibles”.

El denominado acuífero 23 fue declarado en sobreexplotación en 1987. Actualmente está subdividido en las tres masas: Mancha Occidental I, II y Rus Valdelobos. Las tres presentan “mal estado cuantitativo” y riesgo de no conseguir los objetivos ambientales que les marca la ley y cuyo último plazo expirará en 2027. De hecho, todas tienen un índice de explotación superior a tres, lo que indica que se extrae por encima del 200% de lo disponible,

Ante la situación de Las Tablas, en otoño de 2019 se solicitó un trasvase de urgencia por el acueducto Tajo-Segura. Finalmente, en diciembre, no hubo permiso para enviar agua.

El trasvase como último recurso se ha aplicado 14 veces desde 1988. De los 236 hm3 de agua enviada en ese tiempo, las Tablas de Daimiel han recibido 125. Poco más de la mitad de todo el volumen que salió de los embalses llegó a su destino, según los registros oficiales.

Desde la Confederación admiten en 2020 que, de las medidas previstas para atajar el problema de sobreexplotación, se ha ejecutado el 2% de todo lo que se tenía que hacer entre 2015 y 2018.

En el Ministerio para la Transición Ecológica ya apuestan abiertamente por poner en marcha la batería de pozos de emergencia que se construyeron tras el incendio subterráneo de 2009: 23 sondeos que pueden inyectar hasta 12 hectómetros cúbicos.

 

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