Piden abolir la chaptalización en las zonas vitícolas del norte de Europa

Unión de Uniones de Castilla-La Mancha lamenta que en esos países “el vino se enriquece directamente con sacarosa de remolacha y nos vemos obligados a competir con viticultores europeos que nos doblan los rendimientos”

El Diario Oficial de Castilla-La Mancha publicaba esta semana la Orden de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural que establece en 9º baumé el contenido mínimo en azúcares para que las uvas puedan ser destinadas en la presente campaña a la elaboración de vino. 

La forma de acreditar el cumplimiento de la norma es que las bodegas presenten una declaración responsable de que así es, antes del 20 de septiembre, según el modelo que aparece en la propia orden y que simplemente identifica a la bodega y el responsable de la misma y afirma expresamente el cumplimiento de ambos requisitos (no vinificar uva de menos de 9º y destinar la que no llegue al mínimo a mosto, vinagre o alcohol).

Una norma con varias caras

Desde Unión de Uniones de Castilla-La Mancha han mostrado sus reservas a autoimponer unas normas estrictas (más allá de lo que exigen las reglas comunitarias y las de la Organización Internacional de Comercio) en cuanto a calidad, rendimientos y grados mínimos, y que, sin embargo, no se dé con insistencia y contundencia la batalla para abolir la chaptalización en las zonas vitícolas del norte de Europa, “donde el vino se enriquece directamente con sacarosa de remolacha y nos vemos obligados a competir con viticultores europeos que nos doblan los rendimientos”. Son conscientes de lo complicado que resulta torcer este tipo de voluntades en el concierto de la UE, pero debería ser una reivindicación constante española en cada negociación y la echamos de menos, demandan.

Por otro lado, indican que parece razonable utilizar un parámetro para la uva que permita en buena lógica partir de materia prima que posibilite hacer vino, que sea de verdad vino con al menos 9% vol. de grado alcohólico adquirido, tal y como establece el Reglamento de la OCM para la zona vitícola C, en la que se incluye Castilla-La Mancha.

También indican que la norma incurre en una contradicción, pues la uva con menos grado solo puede destinarse a mosto, vinagre o alcohol y para ello antes deberían haber sido procesadas como tal vino.

Además, advierten que no establecer un control suficiente y real puede abrir la puerta a prácticas indeseadas.

 

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