Los ecoesquemas fueron los grandes protagonistas en el último acuerdo de los países europeos sobre la Política Agraria Común (PAC).
En el Consejo, los ministros de Agricultura de la UE alcanzaron el 21 de octubre un acuerdo sobre el enfoque general de la reforma de la PAC, y algunos aspectos que no habían podido allanarse en las reuniones preparatorias de Consejo; muy concretamente, el carácter voluntario u obligatorio para los Estados miembro de los conocidos como “ecoesquemas”, intervenciones del agricultor y ganadero a favor del clima y el medioambiente, y el porcentaje mínimo que se les debe acotar dentro del presupuesto destinado a los pagos directos del primer pilar.
Finalmente, la presidencia arrancó el acuerdo de las delegaciones para que los “ecoesquemas” fueran obligatorios para el Estado miembro y voluntario para el agricultor o ganadero, (tal y como establece la propuesta inicial de la Comisión Europea por otra parte) y que se destinen a este nuevo sistema un 20% del total de los pagos directos.
Para evitar que este importe (o parte de él) dedicado a los “ecoesquemas” no se pierda en el caso de que no tuviera el grado esperado de aceptación en el Plan Estratégico que lo pondrá en marcha, el Consejo acordó una medida de flexibilidad financiera, de tal manera que los fondos no gastados en “ecoesquemas” puedan, durante los dos primeros años de aplicación de la nueva PAC, destinarse a otras intervenciones, ya sea para la Ayuda Básica a la Renta (nuestro actual Pago Básico) o medidas relacionadas con el medioambiente y el clima en otras intervenciones del Segundo Pilar.
Grandes bloques de “ecoesquemas”
A título indicativo, el Consejo lanzó un pequeño número de grandes bloques que podrían conformar los futuros “ecoesquemas”, como es la agricultura de precisión, la agro-silvicultura, la agricultura ecológica y la agricultura del carbono. Esta lista indicativa en ningún caso prejuzga o limita la capacidad de los Estados Miembros de introducir en sus Planes Estratégicos que someterá a la aprobación de la Comisión.
Por su parte, el Parlamento Europeo también adoptó su postura sobre los “ecoesquemas”, fijando un 30% el porcentaje de los pagos directos que deberían destinarse a este nuevo sistema, obligatorio para el Estado miembro y voluntario (solo en teoría) para el agricultor o ganadero. También permite traspasar parte del importe, hasta un 15%, dedicado a agroambientales del Segundo Pilar a “ecoesquemas”.
