El fototrampeo (uso de pequeñas cámaras fotográficas que se activan automáticamente cuando un animal pasa por delante de ellas) es una herramienta con gran potencial para el estudio de la fauna silvestre, habiéndose descrito un gran número de aplicaciones, como estimar la densidad poblacional, estudiar los patrones de actividad y movimiento, o determinar el número de especies presentes en un área. Estas aplicaciones derivan de la gran variedad de modelos de cámaras trampa disponibles, ya que cada modelo tiene sus propias características y es esperable que tengan rendimientos diferentes.
Investigadores del Grupo de Investigación en Sanidad y Biotecnología (SaBio) del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC-CSIC, UCLM, JCCM), en colaboración con investigadores de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), han comparado el rendimiento de 45 cámaras de fototrampeo en un experimento de campo. En el estudio se incluyeron tanto cámaras clasificadas habitualmente como “profesionales” como otras más asociadas a usos recreativos, incluyendo los modelos Reconyx, Bushnell, KeepGuard, Ltl Acorn y Scoutguard.
La comparación se realizó en una zona de alta intensidad de uso por la fauna silvestre (pastizal próximo a charca de agua) del Parque Nacional de Doñana, en la que también se instaló una cámara de video panorámica independiente que grabó las 24 horas del día (en infrarrojo por la noche) para obtener una referencia real de todos los animales que debieron ser detectados por las cámaras de fototrampeo.
Los resultados, publicados en la revista Journal of Zoology, muestran que la cámara de video independiente registró un total de 3788 eventos de 27 especies diferentes, incluyendo reptiles, roedores, pájaros, lagomorfos, carnívoros y ungulados domésticos y silvestres. De todas esas secuencias, las cámaras de fototrampeo solo detectaron 1083. De esta forma se evidencia que los falsos negativos, es decir, animales que pasan por el campo de detección de las cámaras sin ser detectados, son muy frecuentes.
Los resultados también muestran que la probabilidad de detectar un individuo que cruza el campo de visión de una cámara depende del modelo de cámara, es decir, que no todas las cámaras tienen la misma capacidad de detección. Concretamente, se observa que: (1) para un modelo de cámara determinado la probabilidad de detección es distinta para cada especie; (2) se obtienen mayores probabilidades de detección cuando la cámara se sitúa a la altura de la cruz de la especie animal; (3) para una especie dada, la probabilidad de detección es mayor durante el día que durante la noche (para un mismo número de animales que pasan por la zona de detección, se obtienen más registros por el día que por la noche); y que (4) la probabilidad de detección disminuye a medida que aumenta la distancia entre los animales y la cámara (una cámara detecta con mayor éxito un animal que pase a una distancia de 3 metros que uno que pase a 7 metros).
Respecto a la velocidad de activación se observaron activaciones mucho más rápidas cuando los individuos entraban al campo de detección a distancias cercanas a la cámara, mientras que a medida que aumenta la distancia respecto a la cámara a la que los animales entran en el campo de detección la velocidad de activación disminuye.
En conjunto, este trabajo muestra que el funcionamiento de las cámaras de fototrampeo no es perfecto, y que la capacidad de detección depende de muchos factores, como la altura de colocación de la cámara, el momento del día o la especie, entre otros.