Los ministros de Agricultura celebraron este miércoles una reunión extraordinaria por videoconferencia para debatir el riesgo de que los sectores agrícola y agroalimentario sufran presiones importantes tras la invasión de Ucrania.
El objetivo de la reunión era poner en común las primeras informaciones y previsiones sobre la oferta y los precios, identificar las cuestiones que requieren una especial vigilancia y estudiar las medidas que podrían adoptarse tanto a nivel interno como en el marco de la cooperación internacional.
Tras la reunión y las declaraciones de los ministros, el Comisario de Agricultura de la UE, Janusz Wojciechowski, expresó su intención de:
-Activar los instrumentos de seguimiento de la crisis, en particular el mecanismo europeo de preparación y respuesta a la crisis de seguridad alimentaria creado por la Comisión, y el grupo de trabajo de alto nivel sobre el sector de la carne de porcino anunciado en la reunión del Consejo del 21 de febrero.
-Considerar la introducción de medidas excepcionales en el marco del reglamento de la Organización Común de Mercados (OCM) destinadas a los sectores más afectados por el aumento de los costes de los insumos (almacenamiento privado y reserva de crisis)
-Considerar la adopción de medidas destinadas a asegurar y liberar la capacidad de producción de Europa en 2022, como la utilización de tierras en barbecho para cultivos proteicos.
Estas medidas se debatirán en el Comité Especial de Agricultura, así como en el próximo Consejo de Agricultura y Pesca del 21 de marzo.
500.000 hectáreas más de cereal
Desde España, el presidente de ASAJA de Castilla y León, Donaciano Dujo, ha reclamado este jueves un cambio urgente de la normativa europea que limita la siembra para mantener una parte del terreno en barbecho, lo que serviría para compensar la pérdida de producción que existirá en los próximos meses como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania, con la siembra en esta Comunidad de 500.000 hectáreas más de cereal.
En el caso de Castilla y León, Dujo ha recordado que se siembran cerca de dos millones de hectáreas de cereal, que se podrían incrementar en medio millón si se aprovechan las zonas de barbecho -terreno que se deja sin cultivar para descanso de las tierras-, dada la incertidumbre sobre la producción que se cierren sobre el mercado del cereal a nivel mundial.
