España se ha convertido en una potencia mundial del enoturismo, es decir, del turismo que se lleva a cabo especialmente en las zonas vinícolas. No podemos olvidar que, actualmente, nuestro país es uno de los mayores productores de vino del mundo. Por ello, queremos presentarte, a continuación, todos esos destinos donde el vino es el gran protagonista y que no deben faltar en el itinerario de cualquier amante del turismo enológico.
El top 5 de destinos vinícolas españoles
Los últimos datos confirman que, tras un complicado año 2020, el consumo de vino en España está plenamente recuperado. Probablemente, este hecho está estrechamente ligado a la ausencia de restricciones y al fomento de las siguientes rutas vinícolas nacionales:
- Valdepeñas. Esta localidad tiene una denominación de origen desde 1932, y acumula un alto volumen de exportaciones. Alberga un magnífico Museo del Vino ubicado en una antigua bodega, así como multitud de bares en los que se puede degustar el famoso tinto de Valdepeñas.
- La Rioja es la principal región productora de vino a nivel nacional. A este pueblo se puede viajar cómodamente en autobús y, una vez allí, comenzar sin dilación diferentes rutas vinícolas. Las bodegas más tradicionales se encuentran en el popular barrio de La Estación.
- Peñafiel. Viajamos ahora hasta Valladolid para hablar de este municipio ubicado en el corazón de la Ribera del Duero. Recomendamos degustar sus vinos más famosos en los bares de la popular Plaza del Coso, de estilo medieval. Una visita a su castillo con forma de barco también es imprescindible.
- La cuna de la Denominación de Origen Montilla-Moriles reside en este municipio de la provincia de Córdoba. Aquí está la bodega más antigua de Andalucía (Alvear), que data de 1729 y que se puede visitar. Posee un patrimonio histórico que data de los siglos XV y XVI.
- Jerez de la Frontera. Una ciudad gaditana espectacular. Dar un paseo por su centro histórico y entrar en un bar en el que escuchar flamenco degustando una copa de manzanilla es una experiencia única.
Visitar cualquiera de esos lugares, además, nos permitirá conocer algunas de las fincas rústicas de España más grandes y mejor valoradas. Sitios dedicados, en su mayoría, al cultivo de uvas de muy distintas variedades.
Otros destinos enológicos españoles de gran interés
A estas alturas, nadie duda de que el turismo enológico se ha convertido en un auténtico motor para el desarrollo económico rural. Prueba de ello es que cada vez hay más destinos que merecen ser visitados por la calidad de sus vinos y bodegas. Es el caso, por ejemplo, de Monforte de Lemos, en Lugo; la capital de la región vinícola de la Ribeira Sacra es un paraje repleto de construcciones medievales, grandes templos y profundas gargantas.
Tampoco podemos terminar sin citar Jumilla, en la Región de Murcia. De hecho, hay pruebas fehacientes de que las vides se cultivaban aquí hace más de 5000 años. Sin embargo, la denominación de origen actual procede de otro contexto. En concreto, hablamos del resurgir de esta industria que tuvo lugar a mediados del siglo XIX.
Toro (Zamora), Villafranca del Penedès (Barcelona) y Elciego (Álava) deben completar este recorrido por los pueblos más interesantes de España para turismo enológico. El primero presume de contar con la mejor ruta del vino de España (invitamos a nuestros lectores a comprobarlo por sí mismos). En cambio, el segundo destaca por albergar las bodegas de cava más famosas de la península. Finalmente, el último cuenta con las bodegas del Marqués de Riscal, que actualmente se han convertido en un hotel en el que te puedes alojar.
En definitiva, el enoturismo es un sector en el que España se ha convertido en una auténtica potencia a nivel mundial. Además, te permite recorrerla de sur a norte y de este a oeste disfrutando de una gran pasión: el vino, en viajes aderezados por catas, visitas a bodegas y degustaciones culinarias.
