Critican que la nueva ayuda asociada al olivar dejará fuera a los de mayores dificultades específicas y mayor valor medioambiental

Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha

Tras conocer el contenido de la nueva propuesta de ayuda al olivar con dificultades específicas que formará parte de la próxima Política Agraria Común (PAC), y que solo contemplaría ayudas para los olivares con una densidad inferior a 100 árboles por hectárea, y/o una pendiente media de parcela superior al 25 %, cuya edad deberá ser superior a 10 años, la Comisión Sectorial de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha se ha pronunciado en contra de esta propuesta que deja fuera a numerosas zonas de olivar de la región, en concreto, las que tienen mayores dificultades específicas y mayor valor medioambiental, objetivos básicos que enuncia y define esta nueva ayuda asociada.

Aun cuando el presupuesto nacional es muy escaso y, por tanto, la ayuda por hectárea será de bajo importe, la propuesta de la organización consiste en elevar la densidad de plantación de 100 a 170 árboles por hectárea, pues existen numerosas plantaciones de alto valor ambiental y con dificultades específicas de variedades de bajo porte y cuya densidad de plantación es muy superior a los 100 árboles, y que necesitan en todo caso de esta ayuda para no desaparecer, como ocurre, por ejemplo, en los olivares de la Alcarria de Guadalajara y la Alcarria conquense.

También la edad de plantación debería de aumentar a 30 años, dado que lo árboles con 10 años de antigüedad son considerados olivos jóvenes desde un punto de vista agronómico.

Por otro lado, para que la ayuda realmente tenga una repercusión relevante para el mantenimiento de olivares en dificultades específicas y se acote la superficie máxima con derecho ayuda a nivel nacional, la organización cooperativa regional considera que debe añadirse un condicionante más, ligado a la productividad histórica de dichos olivares, que sean parcelas situadas en las regiones de tierra de cultivo permanente entre la 8.2 y la 1.1 del plan de regionalización de la PAC 2015-2020, ya que estas regiones de pago básico reflejan las dificultades productivas específicas con bajos rendimientos e históricamente con bajas ayudas.

El Ministerio de Agricultura ha hecho una propuesta simplista, demasiado sencilla, para solucionar problemas complejos, determinando un marco de plantación de 100 árboles y una edad superior a 10 años, que para Castilla la Mancha supondrá que solamente puedan optar a la ayuda alrededor de un tercio de las 440.000 hectáreas de olivar que tenemos en nuestra región, y que frustra las expectativas iniciales que se despertaron en el sector cuando se cambió la denominación de la “ayuda al olivar tradicional”, por “ayuda al olivar con dificultades específicas y de alto valor ambiental”.

Injusticia “histórica”

La gran esperanza del olivar de bajo rendimiento y con alto valor medioambiental en esta nueva PAC era lograr una ayuda que complementase a esas zonas de olivar que siempre han tenido menor importe de ayudas de pago básico frente a otras zonas de olivar del país con rendimientos mayores y mayor ayuda, lo que ha supuesto, en la práctica, que las subvenciones de la PAC han contribuido a mantener y perpetuar un agravio comparativo entre zonas productivas, subvencionando con mayores importes a las más ricas y productivas, y agravando la situación de las menos productivas.

El incremento de costes que se ha producido en estos últimos meses a consecuencia de la invasión Rusa a Ucrania, hará entrar en número rojos a estos olivares de bajo rendimiento, que en condiciones normales ya estaban al límite de la rentabilidad pero que ahora, con el incremento de los costes de los insumos, energía y materias primas, hará que muchas de estas explotaciones entren en pérdidas, con el consiguiente riesgo de abandono de estos cultivos en zonas tan deprimidas de nuestra región y con extremo riesgo de despoblación.

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