Afirman que “graves negligencias” provocaron el incendio forestal de Ateca (Zaragoza)

El origen del fuego fue una chispa de una excavadora que realizaba trabajos de restauración forestal para una empresa que tiene entre sus proyectos la compensación de emisiones de CO₂

incendio Ateca

Tras la sofocación del incendio forestal de Ateca (Zaragoza), Ecologistas en Acción ha detallado que la empresa Campos Rey Trabajos Forestales, especializada en la gestión forestal, tanto en repoblamientos como en aprovechamiento de la madera quemada, fue contratada por la empresa holandesa Land Life para repoblar una propiedad privada, con la intención de cobrar derechos de captura de CO2 (dióxido de carbono) al plantar los árboles.

La propia empresa responsable del proyecto, Land Life España, explicaba en un comunicado que el origen del fuego fue una chispa de una excavadora que realizaba trabajos de restauración forestal para una empresa que tiene entre sus proyectos la compensación de emisiones de CO₂. A la vez, ofrecía su cooperación a las autoridades y aseguraba que los trabajos que desarrolla en la finca de la Dehesa del Monegrillo, en los términos de Ateca y Bubierca, contaban con las autorizaciones pertinentes.

El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental, INAGA, autorizó las obras de desnaturalización y de reforestación posterior con la recomendación de extremar las medidas de seguridad, pero sin imponer restricción alguna, señalan desde Ecologistas.

El INAGA prohíbe tajantemente la quema de rastrojos casi todo el año por el riesgo de incendio. La acumulación de rastrojo hace que los campos y ribazos ardan con terrible facilidad y comunican unos campos con otros.

En esta zona el riesgo de incendio aumentó tras el abandono de campos de regadío por el bajo precio de la fruta. Pero no se puede entender que se prohíba una medida tradicional de riesgo la quema del rastrojo y se permita otra no indispensable y de similar riesgo, como son las actividades en pleno mes de julio de la empresa Campos Rey Trabajos Forestales, señalan desde Ecologistas.

Señalan que cualquier agricultor, ecólogo o profesional del arbolado sabe que no se puede plantar en verano debido a la escasa garantía de éxito y a la enorme exigencia de agua. Por eso, les plantea serias dudas el verdadero objetivo de estas obras y plantaciones. ¿Quitar unas plantas para poner otras reduce el CO2? ¿De dónde iban a sacar el agua para regar las plantas jóvenes?, se preguntan.

Además, señalan que estas obras de desmonte y reforestación ya habían provocado otro incendio hace un mes que calcinó 20 hectáreas y ni estas empresas ni el Gobierno de Aragón procedieron a paralizarlas hasta el otoño/invierno, periodo mucho más propicio para reforestar.

El abandono del pastoreo y de los caminos de trashumancia que recorrían esta zona ha generado que los montes se llenen de maleza de temporada. La ausencia de un plan de tratamiento previo de estos montes para evitar incendios ha terminado de confeccionar este cóctel incendiario, lamentan.

Ante esta situación, desde Ecologistas en Acción solicitan:

-Que las dos empresas afectadas por este desastre dejen de operar en territorio aragonés y menos con la misma administración, comprobada su escasa profesionalidad y seriedad y en previsión de futuros desastres.

-La dimisión del director del INAGA, por autorizar este desatino y no realizar un seguimiento riguroso ante semejante riesgo autorizado.

-Que se mejoren las capacidades humanas y materiales de bomberos y brigadas contra incendios, ya que el calentamiento global va a traer más fenómenos parecidos a este. Entendemos que el incendio fue detectado con celeridad, pero no pudo acometerse con eficacia por insuficiencia de medios y por condiciones climatológicas extremas.

-Denuncian las denominadas prácticas de cosmética verde con las que algunas empresas plantan árboles para poder seguir contaminando, gracias a los derechos adquiridos de emisión de CO2.

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