Vicente Marqueta, técnico de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) Guadalajara ha realizado su análisis periódico del mercado de los cereales.
Marqueta apunta que “el análisis del mercado cada día es más complejo pues la volatilidad de precios es el constante día tras día en un mundo desconcertado ante la sucesión de hechos negativos para la economía”.
“La inflación empobrece y amenaza recesión, por tanto, se desacelera la demanda y salimos mal parados en un sistema basado en el crecimiento económico. Si a esto le sumamos amenazas como el covid, la guerra y la sequía obtenemos un grado de incertidumbre difícil de soportar”, afirma.
En estos momentos, China y la UE tienen que hacer frente a una sequía nunca antes vista y esto tiene consecuencias directas sobre la producción de energía, el transporte fluvial de mercancías, y la producción de alimentos.
Sin agua ni acceso al gas ruso no se genera energía. Con escasez de energía los precios se disparan y los especuladores campan a sus anchas. En Europa este otoño-invierno “pasaremos frío o pasaremos hambre o ambas cosas. Quien nos lo iba a decir hace unos años”. La debilidad del euro hace que importar bienes sea más caro justo en el momento que más los necesitamos.
Si el gas está caro, los fertilizantes estarán caros.
“Si el petróleo está caro, producir alimentos y transportarlos también será más costoso. La espiral de inflación crecerá y seremos irremediablemente más pobres. Si para parar esto frenamos la economía con subidas de tipos de interés se desalienta la inversión y el desempleo nos espera a la vuelta de la esquina. ¿Volveremos al carbón y a las carretas?”.
“Tengo la sensación de que estamos a verlas venir y bloqueados esperando el impacto. Hablar del precio del trigo, la cebada y el maíz es prácticamente secundario. Sin estabilidad cualquier cosa puede pasar, aunque lo más normal es que uno se caiga o tropiece”, finaliza Marqueta.
