No podemos ser competitivos vendiendo vino barato. Alejandro García-Gasco. Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

botellas de vino

Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha estamos analizando cómo se ha desarrollado el año 2022 en líneas generales en diversos sectores; algo que debemos hacer en el caso concreto del sector del vino, al que podemos calificar de complicado. Se trata de uno de los sectores más perjudicados desde que se desató la guerra de Putin, con el incremento de la inflación, de costes.

En este sentido, el sector del vino, pese a haber tenido una campaña muy normal, un poco superior a 40 millones de hectolitros en España, 22,6 millones en Castilla-La Mancha y 165 millones en la Unión Europea, vive una situación crítica de consumo; crítica de incremento de costes, porque no encontramos vidrio ni corcho debido a la sequía.

Estas cuestiones, lógicamente, están influyendo de manera considerable. Lo que también es cierto es que, debido a la cultura social que tenemos en España, donde seguimos saliendo, consumiendo y disfrutando, no se nota tanto como al norte de los Pirineos. En otras zonas sí se nota más la recesión, los mercados españoles y castellano-manchego se ven afectados porque hemos basado nuestras ventas en Europa, Francia, Italia, Alemania. Y en estos países ha caído el consumo, lo que debe darnos qué pensar y reorientar nuestros mercados.

En fechas recientes, nos reunimos con el Ministerio de Agricultura para analizar la producción y porcentaje de autorizaciones de plantación de viñedo. En la región solicitamos un incremento del 0,15, como la propuesta de la Interprofesional del vino, para que ningún joven se quedara fuera de poder plantar. Lo que sucede es que nos encontramos en una región que, al igual que está sucediendo en otras zonas, se está abandonando el sector. Nada más y nada menos que por falta de competitividad y rentabilidad del agricultor. Como sector debemos analizar con criterio crítico el beneficio propio de algunas bodegas y particulares, mientras que, por otro lado, permitimos la desaparición del potencial productivo de una región.

Llevamos años diciéndolo, pero se hace necesario decirlo en voz más alta y clara: los profesionales del sector exigimos precios dignos y acceso al agua para ser rentables porque, con los precios que hoy día tenemos, no llegamos. Asimismo, queremos que se ponga en marcha la interprofesional del vino de Castilla-La Mancha para establecer medidas concretas para la región, que se ponga en marcha el comité regional vitivinícola y, por supuesto, analizar el sector con criterios objetivos y críticos en beneficio de un sector como colectivo porque es duro decirlo: no podemos ser competitivos a costa de vender vino barato a nuestros competidores.

Alejandro García-Gasco Alcalde. Responsable de Vino de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos

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