El tomate Kumato, siempre a punto para comer

También conocido como tomate Negro, soporta el frío y el calor, su sabor es muy complejo y son muchas sus propiedades

El tomate Kumato, también conocido como tomate negro, tomate Negro de Crimea o tomate Ruso Negro, está siempre listo para comer, sea cual sea su punto de madurez. Dependiendo de este, su sabor puede variar. Son tomates indeterminados de enredaderas o híbridos y pueden soportar tanto el frío como el calor.  Su pulpa es de color verde o marrón rojizo, su perfil de sabor es muy complejo y puede verse influenciado por el color de la pulpa en el momento en el que se consume.

Es una de las variedades más difíciles de cultivar y eso hace que su precio sea, a menudo, hasta cuatro veces más caro que el tomate tradicional, pero son muchas sus propiedades: tiene un alto contenido en vitamina A y C y de potasio y magnesio; su consumo puede fortalecer el sistema inmunológico; no contiene grasas saturadas ni tampoco colesterol; tiene propiedades saludables para el corazón y es diurético y desintoxicante.

El tomate Kumato o tomate negro puede alcanzar un peso de entre 50 a 110 gramos y madura completamente hacia finales de octubre. Su contenido de fructosa es mucho más alto que el de los tomates rojos tradicionales y destaca por tener un regusto ácido.

Origen

El origen del tomate Kumato está en España, donde se desarrolló como variedad del tomate ‘Olmeca’. Luis Ortega y su familia fueron los primeros en plantar esta variedad en la década de 1970, Cañada de Agra, pedanía española de Hellín, en la provincia de Albacete.

La semilla de Kumato es propiedad de Syngenta, empresa agrícola suiza que permite que solo unas pocas empresas alrededor del mundo cultiven y comercialicen estos tomates, que son ya marca registrada.

Las plantas, que pueden alcanzar una altura de entre 1,2 a 1,8 metros, deben estar espaciadas a 50 cm. Si son cultivados en jaulas con estacas altas producen los mejores resultados.

¿Cuándo y cómo plantar?

El mejor momento para plantar es a mediados de mayo y se recomienda hacerlo en invernadero y trasplantar a un lugar abierto a finales de mes. Así estarán listos para cosechar entre mediados de octubre y finales de noviembre, aunque la cosecha se puede prolongar hasta que termine el invierno.

Es necesario tener en cuenta también que las plantas de tomate Kumato requieren de, al menos, 6 a 10 horas de luz solar directa cada día. Su temperatura ideal oscila entre los 20 a 30ºC durante el día y 17ºC por la noche. Nunca se debe exponer las plantas a una temperatura superior a los 30º ni inferior a los 12ºC, porque eso podría afectar al desarrollo de los frutos. Lo ideal es no superar el rango de entre el 60 a 80%, para evitar enfermedades y grietas en los frutos.

¿Hay que regar?

Aunque el riego no es indispensable, hay que asegurarse de agregar una capa de mantillo al suelo de aproximadamente 2 a 3 pulgadas de espesor. El riego ha de hacerse siempre desde la parte inferior, nunca sobre las hojas, tanto por las quemaduras solares, como por las infecciones bacterianas.

Se puede utilizar abono líquido, granular o soluble en agua, pero siempre que contenga los nutrientes necesarios como el fósforo, calcio y potasio.

El tomate Kumato es resistente a las enfermedades del tomate más comunes, aunque no inmune. Hay que tener cuidado con el oídio, la podredumbre gris y el mildiu. Las plagas más recurrentes son araña roja, mosca blanca y minadores.

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