El trabajo agrícola es uno de los más arduos que ha tenido que hacer el ser humano para subsistir y por ello a lo largo del tiempo se ha hecho indispensable facilitar esta labor. Esto es precisamente lo que ha logrado la tecnología y cada vez los resultados son más impresionantes. Si quieres saber cómo contribuyen las tecnologías al desarrollo de los negocios agrícolas lee este artículo hasta el final.
5 formas en las que contribuyen las tecnologías al desarrollo de los negocios agrícolas
Mayor control y seguridad
Las grandes extensiones de tierra donde se asientan las plantaciones durante siglos han sido resguardadas por sus trabajadores y dueños de manera celosa. Hoy en día gracias a la tecnología hay muchas formas de resguardar y controlar lo que sucede en los terrenos sin estar ahí físicamente.
Muchos agricultores han empezado a utilizar primeramente el GPS para controlar el ganado, la maquinaria y los vehículos de trabajo. Con este sistema no solo pueden saber dónde están exactamente sino si están operativos durante la jornada.
Otro de los sistemas que se han integrado al sector agrícola son las alarmas con sensores de movimiento que mantienen alerta a los cuidadores del movimiento de ganado o ingreso de personas no autorizadas a los predios.
Ampliación del sector comercial agrícola
No se puede negar que la tecnología y sus múltiples herramientas han contribuido considerablemente a darle mayor proyección a los productos agrícolas. Con el auge del Internet y las redes sociales los productores agrícolas se interesaron por llevar el trabajo agrícola a la red para globalizarlo. De esta manera, en poco tiempo contratar un buen diseñador gráfico para expandir el negocio se convirtió en una necesidad. El diseñador gráfico cambió por completo la forma de dar a conocer el trabajo agrícola y sus múltiples productos.
Asimismo, el diseño gráfico sirvió para crear mensajes poderosos y fijar en la mente del consumidor los beneficios de consumir los productos del campo y a su vez sirvió para reivindicar el esfuerzo detrás del trabajo agrícola. Por último, la expansión que propiciaron el diseño gráfico y el Internet sirvió de puente para la exportación e importación de productos con procesos logísticos al alcance de todos.
Automatización de las tareas diarias
Se puede decir que la automatización de la mayoría de los procesos en el sector agrícola moderno es uno de los mayores beneficios de la tecnología. Al principio la iluminación inteligente para fincas era lo más innovador que se podía encontrar en este campo pero con el tiempo se fueron incorporando muchas más funciones más.
El riego automatizado a determinadas horas del día es una de ellas pues redujo en gran medida el trabajo del hombre. Con esta se puede controlar el riego por una aplicación móvil para optimizar el proceso y facilitar la auditoría del agua distribuida semanalmente.
Igualmente, este sistema alerta si hay averías o derrames en cualquier punto del circuito de agua para que sea reparado fácilmente.
Superar las condiciones climáticas
Los invernaderos inteligentes llegaron para cambiar las condiciones de producción agrícola en localidades con condiciones climáticas complicadas. En estos espacios no solo se puede controlar la temperatura, el riego y el crecimiento del cultivo sino que pueden enviar datos en tiempo real para su estudio y optimización.
En estos espacios en los que incluso se puede controlar la calidad del aire se pueden producir alimentos limpios de toda clase de contaminantes por esto se considera un logro de la tecnología. La búsqueda de consumir alimentos naturales y limpios siempre va a ser un reto frente a la industrialización y se puede decir que en la última década se ha logrado el objetivo.
Optimización de recursos y crecimiento productivo
Las temporadas de sequía y el repunte de los precios de alimentos y la materia prima ha golpeado al sector productivo por décadas. Gracias a esto nació la creencia de que trabajar en el campo no es un negocio rentable. Pero con la llegada de la tecnología esto fue cambiando para bien, con ella se ha podido optimizar los recursos como el agua, preservar la tierra, levantar proyectos productivos en menos tiempo y así garantizar el crecimiento productivo.
Así es cómo contribuyen las tecnologías al desarrollo de los negocios agrícolas principalmente pero hay muchos más beneficios de los que ahora pueden disfrutar los pequeños y grandes productores.
