El cambio climático está adelantando las campañas de riesgo alto de incendios y, por tanto, las limitaciones para la actividad agrícola, especialmente en lo que se refiere al uso de maquinaria y a las quemas agrícolas que originaron el año pasado el 9 % de los incendios.
Son datos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y a este porcentaje hay que sumar parte del 5 % de los fuegos que se originaron por el uso de maquinaria, si bien en esta categoría no se distingue si se trata de las de uso meramente agrícola con otras.
En el último informe del Gobierno «Los incendios en España» relativo al decenio 2006-2015, se detalla que, dentro del grupo de incendios originados por negligencias o causas accidentales, las quemas agrícolas son las que mayor porcentaje supusieron, un 19,21 % de los siniestros.
Les siguen las quemas para control de vegetación (16,18 %), y destacan también los incendios originados por quemas ganaderas o para regeneración de pastos (9,95 % de este grupo).
Entre las tres categorías, afectaron más de 56.074,77 hectáreas en el decenio.
Investigación y prevención
La sargento Gema Armero, de la Unidad del Centro Operativo de Medio Ambiente, explica a Efeagro que el papel de la Guardia Civil se centra en el apoyo a los dispositivos de extinción y en el de la investigación para determinar las causas y, en caso de que tenga una autoría, identificar a las personas.
En cuanto a la labor preventiva, durante todo el año se lleva a cabo una tarea de inteligencia de zonas susceptibles por su potencial y su uso, como son los vertederos, las instalaciones eléctricas y las áreas recreativas.
Además, en los planes de formación con los agentes del Seprona, añade Armero, se insiste en la vigilancia de la normativa en materia de uso de maquinaria agrícola y de la autorización para el uso del fuego para evitar los incendios.
Una campaña adelantada
El pasado 28 de abril, el Comité Estatal de Coordinación y Dirección (Cecod) del Plan Estatal de Incendios Forestales, del Ministerio del Interior, acordó adelantar un mes y medio la campaña de incendios forestales, dada la previsión de altas temperaturas y pidió a las comunidades autónomas, competentes en la materia, que también se adaptaran a la situación climatológica.
Andalucía, por ejemplo, ha publicado esta misma semana la orden que da el pistoletazo de salida a la Época de Peligro Alto de incendios forestales, semanas antes de lo habitual.
En esta comunidad autónoma se ha editado un tríptico informativo que detalla a los agricultores desde los teléfonos de emergencia por provincias a los conceptos como terreno forestal, zona de influencia forestal y zona de peligro.
Se explica cuándo las quemas tienen que ser autorizadas, comunicadas o están prohibidas y se dan recomendaciones como evitar el uso del fuego para la eliminación de residuos agrícolas y forestales, pues es preferible su astillado o trituración para incorporación al suelo o uso como biomasa.
En caso de optar por la quema, hay que asegurarse de que la hoguera está totalmente apagada, pues incluso enterrándola, un golpe de viento puede reavivar las brasas y provocar un incendio forestal, se explica en el documento.
Se pide no realizar quemas de restos agrícolas cerca de vegetación forestal, que se haga siempre un ruedo totalmente limpio alrededor de la pila de quema y realizar sólo el número de hogueras simultáneas que pueda vigilar.
Todas las precauciones son pocas para evitar que el fuego arrase este verano que se prevé cálido y peligroso por las escasas lluvias y el calor adelantado. EFEAGRO
