El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana defiende reducir un 15 por ciento los riegos en el Alto Guadiana

Samuel Moraleda afirma que la CHG garantiza a los regantes el 85 % del recurso que habitualmente utiliza, cuando en otras partes de la cuenca hidrográfica no puede llegar a garantizar más del 50 % del recurso disponible para riego

CHG

Ciudad Real. (EFEAGRO). El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Samuel Moraleda, ha defendido la medida adoptada por la Junta de Gobierno del organismo de la cuenca de reducir en un 15 % las dotaciones de agua en las masas de agua subterráneas del Alto Guadiana para la próxima campaña de riego.

En una entrevista con EFE, Moraleda ha explicado que las propuestas de regímenes anuales de extracción de agua de estas masas de agua se han tomado en el seno de las Juntas de Explotación, después de analizar toda la documentación sobre la evolución de los niveles piezométricos de la zona y otra serie de circunstancias.

Se ha puesto de manifiesto, ha dicho, que a pesar de las medidas implementadas a lo largo del año 2023, donde hubo ajustes de hasta del 10 %, no se ha revertido la evolución descendente del nivel de llenado de las masas de agua, considerados como grandes embalses subterráneos.

La actual situación de sequía, unida a los aprovechamientos que se están produciendo de agua para riego, alejan a la CHG de alcanzar el objetivo que establece el Plan Hidrológico de lograr el buen estado cuantitativo y químico de las masas de agua.

Plan de sequía de la cuenca

Moraleda ha comentado que esta circunstancia es lo que ha llevado al órgano de gobierno de la CHG a hacer «una propuesta de mayor ajuste que en otras ocasiones», basándose también en lo que establece el plan de sequía de la cuenca.

«Nos hemos visto obligados a hacer esta propuesta, exclusivamente para las tres masas de agua (Mancha Occidental I y II y Rus Valdelobos) donde eran mayores los descensos y los riesgos», ha afirmado.

Estas medidas, conforme avance el año, y en el caso de que se registre una mejora de las masas de agua porque se produzcan lluvias abundantes, podrían revertirse, como, ha recordado, «ha ocurrido en otras masas de agua cuando en primavera ha habido una mejora cuantitativa y se ha pasado de un estado de emergencia o alerta a un estado de prealerta».

Proteger la agricultura y garantizar el riego

Samuel Moraleda ha asegurado que con esta medida la CHG trata de «proteger el futuro de la agricultura», frenando el deterioro ambiental de unas masas de agua donde se «pone en riesgo los propios aprovechamientos de agua, e incluso todo el sistema socioeconómico del territorio».

En el peor de los escenarios, la CHG garantiza a los regantes el 85 % del recurso que habitualmente utiliza, cuando en otras partes de la cuenca hidrográfica, el organismo de cuenca no puede llegar a garantizar más del 50 % del recurso disponible para riego.

El vaciado progresivo que registran estas masas de agua, de no revertirse, ha insistido, pone en peligro el futuro de las propias explotaciones agrarias al hacerlas inviables.

El presidente de la CHG ha señalado que según los últimos datos del Instituto Geológico Minero (IGME) el vaciado que registra en los últimos nueve años el sistema que antes se conocía como Acuífero 23, formado por estas tres masas de agua, es de 1.800 hectómetros cúbicos (Hm3).

Desde el periodo en el que los Ojos del Guadiana volvieron a dejar de manar tras su recuperación, es decir, en 2014, «el deterioro» de las masas de agua ha sido continuo, algo que se refleja en los datos y mediciones que se realizan de manera periódica y de forma objetiva.

Mal estado también de los embalses de Ciudad Real

Samuel Moraleda también ha señalado que la situación de las reservas de agua superficiales que se encuentran en los embalses de la zona oriental «no es nada buena».

Así, los embalses de la provincia de Ciudad Real, salvo los de Puerto Vallehermoso y Peñarroya, están «muy por debajo de sus niveles normales» como consecuencia de la sequía.

El caso de Torre de Abraham y Gasset, con sus reservas actuales, sólo se puede garantizar el abastecimiento de agua potable a la población para los próximos 16-18 meses, en el peor de los escenarios.

Algo que no ocurrirá en el caso del embalse de La Cabezuela, que abastece a municipios del Campo de Montiel, donde el volumen almacenado es muy escaso y donde, ha dicho, «vamos a tener serias dificultades para garantizar el abastecimiento si no llueve».

De hecho, ha comentado que la CHG destinará una partida de emergencia para búsqueda de recursos subterráneos para garantizar este abastecimiento, a la vez que sigue avanzando en el proyecto para garantizar el agua a otra comarca importante, como es la de Campo de Calatrava.

Ante este escenario, Moraleda ha apuntado que desde ningún embalse de la provincia, a excepción de Peñarroya, se podrá garantizar la campaña de riego, «salvo que cambien las condiciones climáticas».

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